“En La Arena Del Progreso” – Parte Uno.
Desde el Escritorio de George Barnard – 14 de julio, 2009.
Los Maestros Celestiales con frecuencia son cuidadosos al presentarse. En muchos casos su ‘personalidad escogida’ – estudiante novato o un canalizador de mensajes novato – rechazará sin control al Maestro y su mente humana puede que se cierre permanentemente a todas las otras peticiones celestiales de contacto inter-especies.
Aquellos de ustedes que han estado en la lista del 11:11 conocen a Samuel el Panoptiano – verdaderamente mi Maestro mas cauteloso. Después de todo, Samuel fue nombrado para servir por lo menos con cuatro Intermedios y solamente un humano y el “humano Barnard” perfectamente podría ver al nuevo Maestro como un intruso y quizás hasta decirle que no lo necesitaba. Samuel sabiamente se tomó su tiempo para ser presentado por el 1,111.
A comienzos de 1990 escuchaba muy insistentemente “Sam, Sam, Sam”. Poco después se convirtió fuertemente en “Samuel, Samuel, Samuel”. Después aprendería que él había sido empleado en la agricultura y la horticultura, pero no fue hasta muchísimo mas tarde que vi su laboratorio, su planeta y conocí a ese planeta como Panoptia. Samuel no había sido un simple agricultor; Samuel había sido y todavía lo es, me imagino, uno de los mas célebres ingenieros genéticos de un planeta bastante famoso.
Las palabras llegaban fuerte y claramente, “¡Panoptia, Panoptia, Panoptia!” Habían buenas razones por las voces sonoras, la repetición y para que la información llegara de pedacito en pedacito sobre un extenso período de tiempo. Yo creía que los Intermedios formaban parte de mi grupo personal 11:11 y que éramos ‘un grupo inter-especies independiente’. Cualquier otro Celestial bien podría preocuparse de ser visto por mi como un entrometido en el trabajo de una organización ya establecida y en aquél tiempo, casi con seguridad habría sido el caso. Era muy celoso de mi grupo, éramos exitosos, interactuando casi diariamente y un recién llegado podría arruinarlo todo.
Evidentemente, un receptor regular de mensajes celestiales siempre debería de aceptar a un nuevo Maestro con un corazón sincero y saludándolo afectuosamente. Sin embargo, Mi grupo Progreso era el Batallón de Emergencia 11:11, el cual trataba casi exclusivamente con individuos sufriendo de trastornos de estrés postraumático y aquellos que tenían tendecias suicidas. Era una organización inter-especies de muchos años y era algo que debía de ser guardado celosamente. Sin duda alguna, salvar las vidas de pacientes a veces profundamente deprimidos y suicidas con seguridad era algo que se miraba como estar en la arena del progreso.
Solo retrospectivamente es que entiendo totalmente el por qué los Intermedios me presentaron a Samuel con tanto cuidado. Ellos conocían mejor al socio humano que él a sí mismo y sabían que el mortal era lo suficientemente caprichoso como para mandar rápidamente al entrometido Celestial que siguiera su camino.
Nota: Después de esta publicación, seguirá: “En la Arena del Progreso” – Parte Dos.
Traducido por Loyda Mira.
© Grupo de Progreso 11:11.
Has encendido una Luz y esa Luz se convertirá
en un Fuego Deslumbrante—ABC-22