Un Ajustador del Pensamiento Habla—131—4 de Diciembre, 2003.
Querido mío, para poder amar a otro sin reserva o condiciones, es necesario que aprendas en verdad a amar y aceptarte tu mismo precisamente a como tú eres.
Perdónate a ti mismo por todos los errores pasados y por todas las fallas presentes y futuras. Acéptate a ti mismo como la personalidad dada por Dios que eres; casi perfecta, pero sabiendo que la perfección es el destino final en la vida eterna.
En esta vida terrenal estás despertando y volviéndote mas consciente del verdadero propósito de la vida; ser lo mejor que puedas bajo cualquier circunstancia.
La vida te enseña lecciones a través de las cuales aprendes maestría sobre tu mismo; ya sea sobre avaricia, envidia, gula o adicciones de cualquier clase—cualquier cosa que te prevenga del mayor bien y de logros, y eso tiene que ser logrado sin usar ningún medio deshonesto o usar a otra persona para lograr tus metas en la vida, a menos que tal ayuda sea dada libremente.
Estás aprendiendo a viajar Conmigo, Tu Guía interior. Eso es lo que Jesús llegó a dominar cuando caminó en la tierra como Hombre entre los hombres.
Recuerda las lecciones mas importantes que Él enseñó y vivió, que fue amar a Dios sobre todas las cosas y aprender a amarte y aceptarte tú mismo así como Dios te ama y te acepta, amar a tu prójimo como a ti mismo y perdonar a todos y a cada uno que te haya ofendido.
Todos ustedes viven en un Universo orientado al amor y a la misericordia, como tu Soberano, Miguel, muy cariñosa y elocuentemente manifestó en Su vida aquí conocido como Josué hijo de José, Jesús de Nazaret.
Su vida fue y todavía es, un triunfo que todos los humanos pueden aspirar en sus cortas pero intensas vidas en la carne a como son vividas en este planeta.
Jesús, aun siendo chico, con frecuencia buscó la Calmada Pequeña Voz interior cuando escogía alejarse de los otros para tener una mejor comunión con Su Padre del Cielo.
Así también puedes seguir Su ejemplo y practicar eso siempre que sea necesario, porque Yo siempre estoy contigo.
Perdiéndote a ti mismo, Me ganarás – AP.