Un Ajustador del Pensamiento Habla – 165 – 7 de enero del 2004.
Querido mío, para desarrollar tus habilidades de escuchar internamente, tu corazón necesita estar totalmente abierto y libre de juicios.
Primero concéntrate y principalmente en los significados escondidos de las palabras que escuches en cada conversación. La cabeza siempre tiende a lanzarse dentro del combate de una discusión, pero es mucho más sabio discernir el mensaje escondido. Al hacer eso, muy bien puedes descubrir temores, dolores y penas tácitas, para los cuales puedes ofrecer unas palabras de sabiduría.
Cuando se dicen en el momento adecuado, tus palabras pueden cortar a través de capas exteriores de bravatas y gritos y es probable que estas palabras se alojarán como pequeñas pepitas en el sediento corazón de otro.
Siempre recuerda que el corazón humano es un instrumento muy delicado y que fácilmente se hiere. Palabras y acciones irreflexivas pueden ir muy lejos a través de las épocas, para mas tarde manifestarse ellas mismas en diferentes clases de enfermedades mentales, emocionales y físicas.
Como te dije anteriormente: “Los pensamientos guardados en la mente, producen sus mismas clases” y “Así como arriba, es abajo”, también “Lo que un hombre o una mujer siembra, eso es lo que él o ella cosechará”. Esa es la inmutable Ley de causa y efecto. Lo que sube debe bajar.
Eso, amado Mío, deseo que integres, para que puedas crecer mas consciente y alerta de la forma en que piensas, vives y hablas.
Solamente puedes cultivar la consciencia presente y centrada a través de la práctica de la auto-disciplina y volverte mas considerado sobre los sentimientos de otros, aunque sus elocuencias y acciones exteriores digan lo contrario.
Cada corazón humano es muy delicado y puede romperse fácilmente. El mundo abunda de corazones rotos, los cuales solamente pueden ser sanados cuando se cultiva el Silencio y la Paz y el Descanso del Dios Eterno se experimenta, ya que cada corazón descubre para si mismo, que, si, que también, es amado por el Padre de los Cielos.
Perdiéndote a ti mismo, Me ganarás – AP.