Un Ajustador del Pensamiento Habla – 198 – 9 de febrero del 2004.
Querido mío, pidan y recibirán. Eso es verdad en el mundo espiritual. Un corazón humano, que anhele escuchar la Divina Voz, con seguridad lo recibirá.
Necesitas darte cuenta que eso no sucede repentinamente, sin embargo, algunas veces puede que ocurra como le sucedió a Saúl de Tarso, quien después se volvió el Apóstol Pablo. Con más frecuencia ocurre por medio de la búsqueda sincera y ardiente del corazón que manifiesta un deseo y la buena voluntad de venir a Mi.
Es un premio de gran valor porque se obtiene durante una vida de muchas pruebas, tribulaciones e infelicidad consigo mismo y el mundo, entonces anhela y empieza a buscar una mejor manera. En su desesperación, se vuelve a su interior a encontrar aquella Calmada y Pequeña Voz, la cual ha estado esperando todo el tiempo y muy pacientemente por su compañero mortal.
En ese momento, la sociedad eterna comienza seriamente con el principio consciente de parte del humano. Ese es el momento del nacimiento de la inmortalidad, cuando el mortal empieza el largo viaje de ascensión al Paraíso y responde al llamado: ‘Se perfecto, así como Yo Soy Perfecto.’
Eso, mi querido compañero humano, es lo que es la vida—tú obtener esa seguridad mientras todavía estás en la carne—ese Fragmento verdadero de vivir, ese Dios que mora en ti y ama incondicionalmente.
En este destrozado planeta con sus muchas supersticiones, sistemas de creencias, ceremonias, dogmas y teologías, con sus relacionados hacer y no hacer que encienden temores serviles dentro del corazón humano, es bastante difícil escuchar la Voz Divina encima de los estruendos del mundo.
Por eso es que es muy importante tomarse un momento para practicar y ejercitar el ir al interior, buscando el Silencio, donde Yo resido.
Pero una vez que ‘escuchas’ Mi inconfundible e indefinible Voz, vas a querer venir una y otra vez. Amado, todo lo que necesitas hacer es estar dispuesto a escuchar y perseverar.
Perdiéndote a ti mismo, Me ganarás – AP.