Un Ajustador del Pensamiento Habla – 251 – 31 de marzo 2004.
Querido mío, verdaderamente es glorioso el futuro infinito, especialmente cuando comienzas a darte cuenta de tu meta eterna; de que estás volviéndote un verdadero reflejo de tus Divinos Padres, los Soberanos de este universo.
Te convertirás en un reflejo de Miguel, Quien vivió entre ustedes como Jesús y de Nebadonia, tu Madre Espiritual local, por la cual este universo fue nombrado y todos los mortales evolutivos son sus hijos.
Potenciales incalculables, como pequeñas semillas, están todavía encerrados en tu personalidad y juntos, bajo mi vigilante orientación, haremos que todos y cada uno de ellos se vuelvan realidad, hasta estar totalmente satisfechos. Será una maravillosa y gradual combinación humana y divina, una fusión, hasta que nadie sea capaz de distinguirnos.
Así como tu amado Jesús lo hizo, cuando Él armonizó su Divinidad con la humanidad terrenal como Hijo de Dios, Él obtuvo el titulo de Hijo del Hombre. Su personalidad es inigualable y hasta cierto punto, no hay nadie como Él. Fue puesto a prueba en todos los puntos y en la finalización de Su otorgamiento en esta tierra, murió de la forma mas horrenda e ignominiosa en la cruz.
Su sufrimiento fue totalmente innecesario, ya que Él no tenía que compensar por los supuestos pecados raciales, errores de la humanidad, porque cada mortal es responsable por sus propios pecados de omisión y comisión.
Pero el Padre, en toda Su sabiduría, permitió que la voluntad de la gente prevaleciera. Eso no tiene nada que ver con apaciguar a un Dios encolerizado y ofendido. El Padre como el Hijo, son todo amor y todo misericordia en permitirle a la humanidad de despertar a su propio santo destino y convertirse en perfectos así como el Padre de los Cielos es perfecto.
Es un miedo irrazonable lo que guardan en ellos los humanos no pensantes y los de sin sentimientos. El temor animal y los instintos de sobre vivencia son los que enfrentan a hermanos contra hermanos, lo cual crea todos los desacuerdos y guerras.
Es tiempo de que la humanidad despierte y comience a pensar racionalmente, cada uno por el o ella misma, tirando los cadenas de un sistema no progresivo y opresivo de superstición y religión, para descubrir la sublime y viviente fé de Jesús.
Amor y unidad son las contraseñas del universo.
Todas las cosas son posibles cuando se hacen bajo las Alas de Miguel.