Un Ajustador del Pensamiento Habla—259—9 de abril del 2004.
Querido mío, no busques una posición de poder en este planeta, ya que raramente obtienen un lugar en los libros de historia y así el orgullo terrenal regresa a ser polvo. En vez de eso busca por los valores del Cielo, el verdadero significado de la existencia.
Aun el poderoso Gobernante de un universo humildemente nació en el pesebre de un establo. De esa manera es como estaba dispuesto a mostrarse Él mismo entre los humildes de la tierra.
El amor del Cielo está en todos lados. No busca entrada en los palacios. Solamente busca entrar en los corazones humildes que están disponibles a ser obedientes a la Voluntad de Dios. La obediencia es una de las llaves al reino del Cielo, donde se encuentra la total gloria de Dios.
Te animo a más y más obediencia, a entrenarte tú mismo en el camino y en la voluntad del Padre en el Cielo. Ahora te das cuenta que el Padre en el Cielo, quien ama a todos Sus hijos de manera igual, no exige obediencia como lo haría un juez inflexible, sino anhelando que le des a Él esa obediencia por tu propia voluntad.
Eso es lo que Jesús vino a enseñarles y Él era el mas puro ejemplo de eso. Él creció y maduró en la total consciencia de Su Ser. Esa era Su misión; revelar un amoroso Padre en el Cielo, en vez de un severo juez a como ha sido descrito en los viejos documentos de ustedes. Él vino a revelarle la humanidad a Dios. Demostró en Su vida terrenal en lo que serían capaces los mortales de convertirse.
Una vez que te das cuenta de esa cada vez mayor conciencia, te volverás mas libre y mas contento. Una vez que obedezcas a Dios sobre todas las cosas, entonces cada día te acercarás mas al modelo divino que el Creador, en Su inescrutable sabiduría, te dio el poder de obtener, pero solamente si haces caso de Mi orientación, la cual Él ha colocado dentro de ti.
Así que ven y tómate el tiempo para escuchar.
Trata de salirte de las sombras, poquito a poco—AP.