Confía Y Ten Fé.
Un Ajustador del Pensamiento Habla – 268 – 18 de abril del 2004.
Querido mío, deja que tu corazón se abra más en Mi presencia y entrégate a Mí sin espera alguna de tu parte, para así poder llenarte con más entendimiento y mayor comprensión.
Se y déjame Ser para poder ayudarte a engrandecer tu capacidad de recibir un mayor entendimiento, una mayor sabiduría y un mayor poder para convertirte en un instrumento en las manos del Maestro, Quien tiene la necesidad de otras manos y pies dispuestos para ayudar a sanar un mundo averiado.
La gente está hambrienta. La gente está sedienta, mientras están deambulando acerca de la vida, buscando por la dirección correcta por la cual seguir. Solamente los que tienen experiencia pueden decirles que la única manera de buscar es dirigirse hacia el interior.
Un alma con el corazón roto lucha mucho para liberarse del temor, mirando un mundo que está siendo desvastado en toda dirección, lleno de enfermedades corporales, mentales y espirituales.
Déjales saber que ellos también, eventualmente se sentarán a la mesa del banquete del Maestro, si solamente creyeran que Él es el Camino, la Verdad y la Vida. Ellos también pueden reclamar, como lo estás haciendo tú ahora, por una mayor comprensión, una mayor sabiduría y una mayor fé y confianza de que todas estas cosas sean dadas a ellos y muchas otras cosas más.
Confía y ten fé. Cree en que Dios es más fuerte que cualquier poder terrenal, más poderoso que cualquier arma de destrucción masiva. No te preocupes tanto sobre el cuerpo físico, en vez de eso procura desarrollar el cuerpo espiritual, la sustancia que te llevas contigo a la vida eterna.
El tiempo sería mejor aprovechado si el alma se alimentara. Pregúntate a ti mismo, “¿qué tan empobrecida está mi alma, y donde puedo ir para alimentarla?”
Querido mío, tu abastecimiento mas rico está dentro de ti, no hay necesidad de ir a ningún edificio llamado sagrado, excepto para estar entre mortales con las mismas creencias. Puedes obtener de Mí la verdadera y sustantiva comida, un fragmento del Dios Viviente, si así lo deseas.
Ven, vuélvete hacia tu interior y ‘siéntate a Mis pies’ y acéptame como tu homólogo espiritual con Quien tú estás comprometido y con Quien estás destinado a unirte y convertirte como uno en la eternidad.
Trata de salirte de las sombras, poquito a poco—AP.