Una Lección Sobre Aprender

Urantia, 31 de julio del 2004.
Un Maestro llamado: El Amado.
Tema: “Una Lección Sobre Aprender.”

Recibido por Lytske.

El Amado: “Espera ante Mi en el Silencio y deja que el silencio sagrado caiga sobre ti.  Cuando tus propios pensamientos se entremetan, déjalos ir sin desviar tu atención.  Déjalo fluir, déjalo fluir.  Dame tu total intención y atención.  En el silencio sagrado está Mi Presencia y Yo soy sin tiempo.  Nunca hay un tiempo limitado Conmigo.

“Ahora has comenzado un entrenamiento mas profundo, aunque siempre ha sido el mismo.  Este entrenamiento está diseñado a guiarte a la profundidad de tu ser y a estar mas cerca de Mi.  Si, se que suena como un poco contradictorio, ya que Yo estoy mas cerca de ti que tus manos y pies y mas cerca que tu aliento.  Existo dentro de ti en Mi lugar secreto, y sin embargo, a ti te parece que estoy a muchas millas de distancia.

“Esa es la razón por la cual Me embargo en esta aventura; para que puedas aprender no solamente con tu mente, sino también con tu corazón de que Yo estoy aquí.  Necesito que entiendas que Yo soy una parte de Dios—un Fragmento, por decir así—llevo los atributos de Dios en Mi, los cuales estoy dispuesto a compartirlos contigo tan pronto enseñes que estas listo(a) para eso.

“Todo tiene que ver con el crecimiento espiritual, el cual es tan necesario para un ser humano como lo es el crecimiento físico, mental y emocional para un bebé recién nacido.  Entonces son humanos recién nacidos en el espíritu, y depende de los padres en enseñar al niño(a) lo bueno y lo malo desde la mas temprana edad posible.  Luego, cuando el niño(a) independientemente toma su primera decisión consciente entre lo bueno y lo malo, en ese preciso momento es cuando un Fragmento de Dios viene a habitar a esa mente humana como un Ayudante Espiritual y a ese Ayudante se le llama un Ajustador del Pensamiento.

“Desde ese momento muy importante, el ser humano nunca está solo, en su interior, el Ajustador lucha en ayudarle a que esa alma humana crezca y se cultive.  Una vez que llega la claridad, y el humano se da cuenta de que él o ella posee ese gran Don de Dios, él o ella pueden elegir en cooperar con ese Don.  Es la oportunidad de todas las épocas.”