Transmisión de un Ajustador del Pensamiento – 6 de septiembre, 2004.
La lección de hoy es sobre los esfuerzos y las luchas que pasan los mortales en el primer plano de la vida eterna, eso es, si ellos escogen seguir viviendo y obtener una medida de fe, la cual les permitirá hacerlo. En primer lugar se necesita tener una esperanza y confianza que se esté desarrollando a que hay mas en la vida que lo ‘aparente.’ Se necesita estar consciente de que hay ‘algo mas grande’ que ellos mismos. Primero es un sentido de creer, lo cual eventualmente se desarrolla en fe. Todos esos son asuntos del corazón.
Uno puede creer con la mente, pero la fe es un asunto con el corazón. Entre la fe y la creencia está el esfuerzo y la lucha interior. La creencia es un enfoque dogmático y fundamentalista hacia la vida. Una adherencia a ciertas leyes y doctrinas. La fe nace en el corazón del individuo creyente. Nadie puede darle fe a otra persona porque es completamente personal. No puede ser prestada o perderse. La fe, una vez despierta, necesita crecer. Necesita ser nutrida con pensamientos y oraciones diarias. Es como flexionar un musculo de fe para que pueda desarrollarse mas fuerte.
Todo eso implica esfuerzo y lucha porque la fe demanda honestidad con uno mismo y sinceridad en referencia a los otros. Nunca está envuelta una coerción exterior. Esos son los dictados de una mente despierta y consciente en el mortal, quien, por medio de la fe, está respondiendo al llamado de la trompeta de la Chispa Divina en su interior, para volverse perfecto así como el Dios de los Cielos es perfecto. La perfección exterior es secundaria a la perfección interior. Lo interior refleja lo exterior y viceversa.
Una vez que se empiza, y se responde a los mas tenues destellos de esperanza en la vida para seguir esta vida mortal, ese pequeño destello puede crecer y convertirse mas brillante hasta estallar en una llama de fe, a través de las dificultades, esfuerzos y luchas. Mientras tanto ese Piloto Interno, el cual es dado a cada mortal pensante capaz de escoger y tomar una decision, lucha fuertemente para que Su Pequeña y Calmada Voz sea escuchada, lo cual puede suceder solamente si el humano toma el tiempo de posarse en en Silencio a comunicarse con ese Fragmento de Dios.
La lucha entre la mente de ‘animal inferior’ comienza de serio cuando la mente ‘superior’ está comenzando a ‘ponerse en marcha’ y los deseos se apoderan, como si estuviera influenciando todo lo que el mortal piensa y hace para poder alcanzar mas alto y mas alto. Lentamente, piedra por piedra, un homólogo espiritual está comenzando a nacer en el alma humana. La velocidad con la cual eso ocurre depende en la dedicación que se le da a través del esfuerzo y la lucha para mantener y reforzar esa conexión con el Fragmento-Dios interior y la activa participación y cooperación con ello.
Lentamente, pero muy lentamente, el mortal se hace dentro de la imagen de Dios, lo cual se refleja en el exterior por medio de ceder los frutos del espíritu en un amoroso servicio, perdón y aceptación de todos los otros como hermanos y hermanas en el mismo camino de obtener al Creador eterno en el Paraíso.
Has encendido una Luz y es Luz se convertirá en un Fuego Deslumbrante—ABC-22.