Una Lección Sobre Los Muros.
Transmisión De Un Ajustador del Pensarmiento por Lytske – 22 de Septiembre, 2004.

Hoy deseo hablar sobre los muros.  Es un tema maravilloso el cual puede llevarse a un escrutinio riguroso ya que todas las personas tienen muros de una u otra manera.  Por supuesto a ustedes se les hace notar los muros alrededor de las propiedades las cuales pueden obstruir la vista.  Yo estoy hablando de los muros invisibles, los cuales pueden ser increiblemente difíciles de derribar.  Los muros pueden funcionar como una pared entre las relaciones mas íntimas, la cual mantiene fuera a todos los otros o pueden separar a hombres y mujeres. Realmente no estoy refiriéndome a límites personales que simplemente son buenos modales y el respeto a la privacidad de otros.  Hay una línea muy sutil con los límites, los cuales son cruzados con frecuencia por las personas entrometidas y por las que no piensan.  Los muros que son creados entre las personas pueden ser interpretados como un choque entre personalidades que por alguna razón no se llevan bien.

Los verdaderos muros tenaces, que son difíciles de escalar o de derribar, son los que están dentro de la personalidad misma.  Por ejemplo, una persona ‘sabe todo’ por lo tanto es dificil de enseñarle, tiene un punto ciego, que puede compararse a un muro tan alto que él o ella es incapaz de mirar a través o por encima para ver un punto de vista mas amplio o diferente.  Las opiniones preconcebidas sobre algo es otro muro.  Uno muy tenaz es la actitud de la critica y la de juzgar; echar la culpa a otro.  Ese es un muro terrible porque tiende a aislar al individuo hasta el punto que se vuelve muy dificil de convivir con ellos.

El muro mas triste es la falta de voluntad de someterse uno mismo a un honesto auto-escrutinio, y confesarse los defectos a si mismo.  Generalmente, algo cercano a un momento desvatador puede sacudir a ese que se ha soltado de sus ligaduras internas, el cual entonces puede ser interpretado como el momento de un cambio de vida que funciona como una luz brillante iluminando a un cuarto oscuro, en ese momento todo sale a la luz – lo bueno, lo feo y lo malo entonces se sabe en un instante, y las personas se dan cuenta dónde es que han errado.

La muerte mortal puede ser tal muro, aunque generalmente es llamada la puerta a la inmortalidad.  En el momento de la muerte, todo puede ser mostrado al individuo ya que en un instante su vida se proyecta ante sus ojos y pueden ver dónde es que ellos se equivocaron.  Algunas veces ocurre una resuscitación y el mortal obtiene otra oportunidad a la vida y frecuentemente esa persona cambia por causa de esa experiencia, como los muros, se han construido sobre toda una vida, se caen y la persona ahora adquiere una mayor capacidad a amar incondicionalmente como sintió en ese momento de cambio de vida.

El no perdonar es otro muro que necesita ser derrumbado, lo mismo que el resentimiento y la impaciencia y otras cosas mas.  Cada persona puede ver dentro de ella misma y encontrar los muros o las paredes que les impiden vivir una vida llena y para sus mayores beneficios y un nivel de logros en esta vida mortal.  A todos ustedes se les han dado dones potenciales para desarrollarlos ustedes mismos como hijos dignos del Dios Creador.

Traducido por Loyda Mira.
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Has encendido una Luz y es Luz se convertirá
en un Fuego Deslumbrante—ABC-22.