Urantia, 11 de febrero, 2005.
Un Maestro llamado “El Amado”
Tema: “Una Lección sobre la Armonía”

Recibido por Lytske.

El Amado: “Comencemos con la declaración de que es muy difícil para seres imperfectos, tales como ustedes los mortales, estar todo el tiempo en un estado perfecto de armonía. Un estado perfecto de armonía no es algo que es innato en los seres humanos, aunque es una de las metas que vale la pena lograr y ese estado será logrado una vez que hayan alcanzado la meta final de perfección. El eterno mandamiento que Dios da a cada uno de Sus hijos es ‘volverse perfecto, así como Dios es perfecto’.

Yo bien sé que hay humanos que tienen dificultad con el nombre, Dios, pero realmente queridos míos, a Dios no le importa cómo lo llamen, con tal de que la gente lo llame. También, Dios no es él o ella. Dios está mas allá del género. Solamente es para facilitar la conversación es que nosotros llamamos Dios al Supremo Ser Puro.

Habiendo explicado esa nomenclatura una vez más, ahora tengamos unos pocos pensamientos sobre la armonía. La armonía es lo que toda persona quisiera disfrutar ya que esa es parte de la paz interior. A veces puede ser evasiva cuando todo alrededor te parece estar en confusión y los humanos son fácilmente afectados y distraídos por esa confusión externa en sus vidas. Muchos tienen problemas en tratar con su propia confusión interna, cuando a veces ‘un fuego de descontento o aun de insatisfacción’ ruge dentro de ellos. Puede que inicialmente arda lentamente, pero puede explotar bajo tensión. Algunas veces es un sentimiento de desesperanza, lo cual hace que la gente se sienta perturbada, sola en el mundo y por lo tanto la armonía interna sigue siendo un componente elusivo. Hay personas que muy raramente experimentan una armonía interior. Siempre están buscando la satisfacción del alma en el mundo exterior, sin darse cuenta nunca de que la verdadera armonía solamente se puede encontrar en el interior. Con frecuencia se ocupan de perseguir una irrealidad ya que no se entrenan para volverse reales en el verdadero sentido de la palabra.

La armonía, la verdadera armonía, es estar en paz contigo mismo habiendo olvidado cualquier injusticia o cualquier mal que te hayan hecho o que hayas hecho a otros. Eso solamente puede tenerse a través del perdón, el cual es un gemelo inseparable de la armonía. Es vivir en un estado de perdón y olvido constante para que una armonía profunda pueda obtenerse. Eso calma la mente y pone en orden al sistema nervioso, para que el cuerpo material pueda funcionar óptimamente. Para poder lograr ese estado tan buscado de armonía interna, primero necesitas estar expuesto a mucha desarmonía para aprender que esa cualidad, como todo en la vida, lo que cruza en tu camino, es una lección en la que te puedes examinar tú mismo para ver qué tan lejos has llegado en tu autodisciplina. Algunas veces puedes pensar que estás obteniendo progreso en esta área y luego una provocación se te presentará para que puedas aprender un profundo sentido de armonía ya que eso se necesita para guiarte más profundamente dentro de esta realidad.

La armonía interior trae una gran cantidad de verdadera felicidad, porque es una señal de que el alma está creciendo a una extensa madurez, lo cual es un estado ideal. Significa que eres capaz de conquistar el yo y subir más arriba del insignificante yo y el de otros. Quiere decir que estás aprendiendo a eliminar las cosas y los juegos inmaduros y crecer más dentro del adulto que estás destinado a convertirte. La verdadera madurez no tiene nada que ver con la edad. Es una señal interna del crecimiento de tu espíritu, esa es la verdadera madurez. Es una señal para los celestiales de que puedes conducirte como un digno hijo de Dios. Está en los deberes cotidianos. Está en tu diaria demostración de los frutos del espíritu en el afectuoso servicio, en perdonar y en tolerancia, repartiendo a todos un trato misericordioso, ya sea a un humano o un animal. Es un vivir continuamente con prudencia y agradecimiento para obtener ese estado de gracia que da una reconfortante paz al alma”.

Traducido por Loyda Mira.

© Grupo de Progreso 11:11.
Has encendido una Luz y esa Luz se convertirá
en un Fuego Deslumbrante—ABC-22.