Urantia, 11 de junio del 2006.
El Yo Divino (Ajustador del Pensamiento).
Tema: “El Amor Nunca Se Ha Desaparecido.”

Recibido por Jennifer.

El Yo Divino: “Tú preguntas cómo alinear tus pensamientos, para estar en afinación y en mayor armonía con el Padre.  Tienes que abandonar esos sentimientos que te atan a tus pensamientos, para que puedas permitirme adherirles a ellos los significados y valores adecuados.  Luego, es tu responsabilidad aceptar esos significados y valores como algo tuyo.

“Muchas veces se te ha dado la verdad y sin embargo te das la vuelta para escuchar a la voz de tus dolores y penas personales.  Tienes que abandonar esos pensamientos, querida Mía, para que puedas escuchar la verdad que yace sobre todo.  Muchas veces no hay absolutamente nada allí; has hecho problemas de la nada.  Ellos no existen y sin embargo insistes en conservarlos como tesoros.  Tus tesoros no deberían de ser hechos de la nada, los cuales con una brisa del viento desaparecerán.  Tu tesoro ni siquiera se encorvaría con el viento si Me permitieras sujetarlo solidamente con el amor del Padre que es la raíz de todas tus alegrías.

“Permanece en el momento, querida Mía.  Permanece en la belleza del amor y abandona el dolor y la pena, la confusión y los malos entendidos de las cosas que ni siquiera existen.  Anhelas por aceptación y amor, anhelas por compañía y comprensión, anhelas por el perdón de males imaginados y anhelas por la paz que te mereces.  Yo te digo a ti que todas esas cosas ya las tienes, deberías solamente reconocerlas ahora mismo ante ti.  Lo que tú has añorado, lo has tenido siempre.  El amor nunca se ha desaparecido, querida Mía, has sido tú.

“Así que, quédate aquí Conmigo y abriga el amor que el Padre que tan abundantemente te está colmando y deja de quejarte, deja el lloriqueo y el rechinar de los dientes sobre nada, nada en absoluto.  Aléjate del jaleo gravitacional de la inercia y la melancolía y encontrarás que estás hecha de solamente pensamientos positivos y alegres.  Cuando enfrentes al terror de tus más grandes temores, aléjate tú misma de ellos y vuélvete hacia la Luz de tu Padre, la cual siempre está brillando para ti.  Yo estoy aquí, Mi pequeña, así que no vaciles en pedir por un empujoncito a la dirección correcta, porque eso lo hago Yo.”

Traducido por Loyda Mira.
© Grupo de Progreso 11:11.
Trata de salirte de las sombras, poquito a poco—AP.