Cristo Miguel.
Tema: “Perdónense Ustedes Mismos y Los Unos a Los Otros.”
Recibido por Joyce Brenton.
Miguel: “No hay necesidad de que Mis niños constantemente se crucifiquen ellos mismos, sin embargo continuamente hacen eso a través de sus vidas. Ellos implacablemente reviven sus pasados, recordándose a ellos mismos una y otra vez de sus errores. Y si, también usan sus pensamientos de la vida para crucificarse los unos a los otros.
“¿No fue suficiente con Mi crucifixión? ¿No despejé Yo el camino por la verdad? ¿O son Mis palabras simplemente bonitos dichos que se usan para llenar las páginas de libros y papeles que se leen, pero indiferentes?
“Les digo, ‘Perdónense los unos a los otros como el Padre de los Cielos los ha perdonado’. Y cuando hablo ‘de tú’ estoy hablando de todos ustedes, Mis queridos Hermanos y Hermanas. El Padre no perdona tus fechorías y errores hasta que periódicamente salen nuevamente a la luz. ¡No! Él perdona y luego se olvida.
“Las escrituras son claras en ese punto. Tan lejos es el este del oeste, así Él ha quitado todas tus transgresiones y no las vuelve a recordar. ¿No requeriría Él lo mismo de ustedes, Amados Míos?
“Si, mientras el perdón es un requisito para tu felicidad, no es una condición para recibir el amor del Padre, porque Su amor le pertenece a todos Sus hijos, incondicionalmente.
“El perdonar no es tampoco una condición para la vida eterna. No obstante, es una condición para una vida abundante sobre este planeta en esta presente experiencia de la vida.
“Una vez dije que tu mente es como un jardín y perdonar es un bello mejoramiento para el jardín. El no perdonar es una mala hierba y ser indiferente a Mis palabras de perdonarse los unos a los otros produce un jardín de muy poca calidad en tu experiencia de vida.
“El Padre no disfruta de tus continuas crucifixiones. ¿Cómo podría? Él anhela solamente por una cosa; la felicidad de Sus hijos.
“Soy Miguel, y escojo ahora y siempre recordarles de perdonarse a ustedes mismos y los unos a los otros. ¿Por qué? La verdad es, Mis queridos Hermanos y Hermanas, ustedes se olvidan muy frecuentemente del camino hacia la felicidad.
“¿Serian felices? Entonces realmente, tienen que perdonarse los unos a los otros como tu Padre en el cielo los ha perdonado.”
Mi regalo para ti, es que tu estés a Mi servicio --
Cristo Miguel.