Elogio y Critica

Distrito de Illawarra, Australia, 8 de agosto del 2007.
Maestros Samuel y Aarón.
Tema: “Elogio y Crítica.”

Recibido por George Barnard.

Samuel: “Saludos. Hay un gran número de observadores aquí donde estoy, al igual que ‘allá abajo’ a tu alrededor.  Tu querido amigo, el Maestro Aarón, está también aquí e igualmente envía su saludo a todos.  Hemos preparado para ti una lección que ha sido abarcada en ocasiones anteriores, aunque solamente brevemente en aquel momento.  La lección trata de la crítica que es merecida o inmerecida y también trata del elogio que puede ser merecido o mas bien inmerecido.

“Primero hablemos sobre el elogio.  Cuando vas a emprender una tarea y la empiezas de una manera en la cual usas tus dones enteramente—toda la habilidad que está allí a tu disposición—estás mereciéndote un elogio.  Puede muy bien ser algo bochornoso para ti si no usas tus dones en la mayor de tus habilidades y todavía recibir tal elogio.  De la misma forma, o aun mas, ser una vergüenza para ti se estás siendo elogiado por los esfuerzos de otros.  Es importante para ti primero que todo entender de donde proviene el elogio y segundo a quién le aplica.  Y si te aplica, ¿justamente sientes merecer lo mismo?

“De la misma manera, la critica que llega a ti debe ser analizada, debe ser pensada minuciosamente; debe ser entendida.  ¿Estás siendo criticado porque la persona que te está criticando es ignorante de los posibles dones que tú tienes como trabajador de luz?  ¿Estás siendo criticado por las erróneas percepciones de otro?  Más importante aun, ¿la crítica realmente te duele porque allá en lo profundo de tus pensamientos—en la profundidad de tu mente subconsciente—hay esa pequeñita duda que quizás, alguna vez en el pasado, no entendiste mucho la lección de tu Maestro?  ¿Ligeramente llegaste a malinterpretar la lección de tu Maestro?  ¿Llegaste a notar algo que estaba casi preciso en el blanco, pero no totalmente?

“Puede ser muy difícil de comprender, de entender, de identificar claramente, esas circunstancias que puedan querer llevarte a alejarte de esas cosas, que te quieras desprender de los esfuerzos en los que has estado haciendo desde hace mucho tiempo.  Ten en mente que siempre hay la posibilidad de que hagas algo erróneo en algún lugar a lo largo del camino y aprende a perdonarte a ti mismo, para que las críticas severas que provengan del no pensar no hagan en lo absoluto un impacto en tu trabajo.

“Este es Samuel aquí con Aarón.  Juntos trabajamos en estos pensamientos para ti. Te saludamos.  Hasta que nos volvamos a encontrar.”

George: “Gracias a ambos.”