Alabama, USA, 13 de Octubre, 2010.
Maestro Desconocido.
Tema: “Fe”

Recibido por Oscar.

Maestro: “La fe es algo que debe nacer en el corazón humano. Debe ser nutrida, fortalecida y practicada. Debe ser vivida o experimentada a lo largo de la vida para volverse verdadera y viviente. Debe también ser sometida a prueba y ser capaz de sobrevivir los momentos en los que el mortal 'no puede ver ni puede comprender'. Es en estos momentos que la fe debe dar lugar a la confianza en los cuidados del Creador, de un Padre celestial que verdaderamente ama a sus hijos sin condiciones.

“Este es el verdadero 'camino estrecho'. Adquirir la fe de esta manera es un proceso lento y gradual. Pero una vez que la fe ha alcanzado el nivel del confianza implícita en Dios, esta ve se vuelve una posesión eterna del ser humano, una parte de su experiencia y un hábito. Tal era la fe de Jesús.

“En su vida, Jesús jamás puso en duda los cuidados de su Padre. El siempre tuvo el valor de consagrar su voluntad a la voluntad del Padre porque tenía esa confianza implícita de que la voluntad del Padre siempre sería lo mejor que podría suceder para a él y para aquellos a su alrededor. Esta era una fe inteligente, proveniente de la mente mas grande de este universo, que no dudó en dejar a un lado su gran intelecto y su propia mente para seguir a su Padre y así triunfar en la experiencia de la vida.

“Una fe verdadera es como construir un edificio. Primero se excava el terreno donde se asentarán las bases. Luego las bases son construidas, cuidando de que pase el tiempo hasta que estén sólidas y firmes. Una vez que las bases estén preparadas, se construye sobre ellas, comenzando por los pisos mas bajos y siguiendo en orden ascendente hacia arriba. Aquellos cuya fe se basa en los milagros y las palabras de los grandes oradores, construyen una fe sin fundamentos y a la hora en que la vida los pone a prueba, su fe se derrumba y quedan incluso peor que antes, pues es mas difícil construir sobre escombros que sobre un terreno limpio.

“La fe es la comprensión de la paternidad de Dios. Es la exploración de la relación de filiación de cada individuo con su Padre celestial. Como toda relación, requiere paciencia para llegar a conocer bien a aquel con quien la relación se establece. Solo con el tiempo y la convivencia nace una confianza verdadera y un afecto auténtico. Aprende pues a convivir con el Padre, que ya habita dentro de ti. Dedica un tiempo cada día a explorar esa presencia divina y comienza a disfrutar de la vida en el reino de tu Padre celestial”.

© Grupo de Progreso 11:11. 
Has encendido una Luz y esa Luz se convertirá 
en un Fuego Deslumbrante—ABC-22.