Garabatos 15 de Lytske.
Una serie de mensajes de Maestros desconocidos – 9 de marzo, 1999.

Meditemos por un momento acerca de la calidad de vida.  La vida se despliega a través de nuestras elecciones y decisiones, adversidades, malentendidos, decepciones, esperanzas, temores y pequeñas victorias obtenidas durante el proceso, al igual que la alegría de sentirnos satisfechos por un trabajo bien hecho.  Hay una curva de crecimiento continua, aunque hay errores, los cuales humanamente suceden, pero deben ser vistos encima de un fondo más grande, necesario para tejer en la tela del alma.

Ahora agreguemos la calidad de la vida interior, la cual es un reflejo de la vida exterior.  Eso es un nivel mas profundo de ser; un nivel que lleva a una mayor conciencia de la verdadera vida que le espera a todos, porque seguirás de donde te quedaste en el plano terrenal, aunque con un mayor entendimiento, una vez que has pasado a través de los portales de la muerte, habiendo dejado el templo mortal de la carne humana.  El viaje continúa y lo hace de acuerdo a tu fuerza acumulada y a la fe en la Fuente de todo lo que es.  El crecimiento y el florecimiento de tu alma continúan.

No permitas que los comentarios de otros en tu vida te disuadan de tus elecciones y de tomar decisiones porque esta es la vida que se te impuso.  Todos y cada uno al final se juzgarán ellos mismos y se verán ellos mismos a como Dios los ve.  Las luchas en el plano terrenal ayudan a desarrollar un fuerte carácter moral con la valentía de mantener la fe al enfrentarse algunas veces a lo que parecen ser dificultades insuperables.

Mantén la valentía, mantén la energía, aprende, afila las herramientas de la bondad, del entendimiento, de la buena voluntad de hacerse a un lado cuando alguien mas está en apuros, permitiéndoles su proceso de crecimiento.  Recuerda el cuento del hombre que vio una mariposa luchando por salir de su capullo.  Él agarro un par de tijeras y cuidadosamente cortó la envoltura.  En su bondad, pero ignorancia, ayudó a la mariposa a emerger con alas inmaduras y sin la lucha que ayuda a que las alas crezcan.  Nunca aprendió a volar y por lo tanto pasó su corta vida en su panza, arrastrándose con dificultad.

A todo el mundo le gusta una multitud de ovación de vez en cuando, como el corredor de maratón sin fuerzas y cansado, pero cuando se acerca a la meta, una multitud lo espera para ovacionarlo.  Así también es con la vida, una valentía mas grande se desarrolla en la persona que corre su carrera con poca ovación.  Ese humano es el que se da cuenta de la verdadera ovación de presencias invisibles que corren a su lado para darle valentía y renovar su esperanza en sus pasos vacilantes.

Puedes estar seguro que esas personas entrarán ‘los portones del cielo’ menos cansado, por el reconocimiento de los ayudantes invisibles, que las animaron.

El mensaje es claro, niño, no estás solo en tus luchas.  Continúa la buena carrera de la fe y confianza porque verdaderamente, una multitud animadora está esperandote, aunque no en forma humana.  ¿Cuál preferirías?  Continúa tu carrera del crecimiento del alma y enriquece la calidad la vida interior.

Traducido por Loyda Mira.
© Grupo de Progreso 11:11.
Has encendido una Luz y es Luz se convertirá
en un Fuego Deslumbrante—ABC-22.