Garabatos 16 de Lytske.
Maestros desconocidos – 10 de marzo, 1999
Al bendecirte tu mismo a través de la alegría, bendices a otros con tu animado semblante y tu alegre disposición, los cuales tendrán un efecto de ondas con una imbuida fragancia de la voluntad de Dios, exteriorizando los frutos del espíritu.
Se le ayuda tremendamente al crecimiento del alma con esa alegría interna, con un querer alabar al Creador invisible, la Fuerza que tiernamente nutre al alma y la cuida mientras crece.
Mi niño, cultiva esa alegría interna, ya que esa alegría tranquila actuará como una luz y un imán para atraer a otros. Acéptalos y míralos a como son ellos; maravillosos hermanos Espirituales. Míralos a como Dios los ve en Su Amor Infinito; las perfectas almas principiantes en forma humana, cada una con sus propios maravillosos dones e instrumentos para desplazarse y afilarse en perfección.
Que Dios te bendiga.
Has encendido una Luz y es Luz se convertirá
en un Fuego Deslumbrante—ABC-22.