Chicago, EU de A, 6 de Junio, 2012.
Maestro: Intermedia Primaria Andrea.
Tema: “Adoración.”

Recibido por Valdir Soares.

Andrea: “La adoración es la actividad más sublime que los humanos pueden practicar en sus vidas. Mientras que el acto mismo de adoración es una elección personal, de cualquier manera, la capacidad de los seres humanos para ejercerla es un regalo espiritual otorgado por la Madre Espíritu a través de sus ayudantes espirituales, el Espíritu de Adoración, quien opera en la mente humana.

“La adoración que hace el ser humano está sujeta a procesos evolutivos, no solo en su origen, sino también en su ejercicio y desarrollo individual. La adoración comienza en los seres humanos como un deseo de trascendencia. Primero surgió en los hombres primitivos como un sentimiento de sospecha de que debería haber más en la vida que simplemente nacer, luego vivir y morir. Junto a este vago e inexplicable deseo de trascendencia, se tenía en aquellos tiempos de los hombres primitivos, e incluso todavía en nuestros días, la dificultad de aceptar o de resignarse a las pérdidas de familiares cercanos, surgiendo así la creencia de que los que se habían perdido todavía deberían estar cerca como “fantasmas o espíritus”. El miedo a lo desconocido siempre ha generado en los humanos una abrumadora necesidad de protegerse a sí mismos de lo desconocido, o de eventos posiblemente dañinos. Mostrar respeto y veneración hacia esas fuerzas desconocidas era una forma de adoración primitiva.

“El ministerio de varios otorgamientos celestiales, que los mundos en evolución reciben, mejora la habilidad de adoración por parte de los seres humanos. Aun así, el anormal y decepcionante camino de Urantia ocasionó severos efectos inhibitorios de esta habilidad. En primer lugar, nuestro Príncipe Planetario, Caligastia, se unió tempranamente a la Rebelión de Lucifer. En segundo lugar, el otorgamiento Adánico fracasó desde el inicio. Finalmente, los otorgamientos Avonales esperados después de los Adánicos, fueron precedidos por el séptima otorgamiento de Miguel en conexión con la Rebelión de Lucifer. A pesar de los beneficios acumulados de estos eventos en Urantia, sus irregularidades culminaron en una adoración errónea, mal entendida y confusa para los Urantianos. Como resultado directo, surgieron numerosas supersticiones y nociones equivocadas acerca de la Deidad, tales como considerar a Cristo Miguel como el Hijo Eterno, en lugar de nuestro Hijo Creador.

“De cualquier forma, la naturaleza de la adoración nunca es afectada por los problemas que un planeta pueda sufrir, siempre y cuando conserve su elemento trascendental esencial. Nuestro Padre en el Paraíso acepta la adoración sincera de cualquier ser humano, en toda tradición religiosa o espiritual, sin importar cuánto puedan equivocarse él o ella con relación a Su identidad. Con el tiempo, una comprensión progresiva acerca de la Deidad traerá a este planeta un mejor entendimiento de Dios, como nuestro Padre, la Fuente Principal y Centro de todo.

“Aunque la adoración se centra completamente en Dios Mismo, el adorador siempre disfruta los placeres de estar en comunión con Él, y las bendiciones que trae a su vida como un todo. La adoración es una función del alma, asistida por la guía del Ajustador personal. Como práctica, no requiere de ningún despliegue externo, y usualmente se expresa mejor con una actitud de meditación y contemplación de los atributos únicos de Dios. En su más profunda expresión, la adoración beneficia al adorador mismo, y a nada más.

“Soy Andrea, tu amiga Intermedia Primaria, disfrutando de este primer contacto. Mi amor está contigo. Paz.”

Traducido por Perla Téllez Garza.

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