No te retrases. KOMERLI.

ESTA HISTORIA FUE ESCRITA POR KATHRYN, ALREDEDOR DE OCHO HORAS ANTES DE SU MUERTE SÚBITA E INESPERADA.

“JUVENTUD ETERNA”

Escuché el sonido de una campana. Quise mirar hacia fuera de mi ventana. Vi en la siguiente puerta una ventana con luz; entonces escuché un estruendo. Luego miré las más increíbles cosas que tú no podías imaginar sucedieran. Chispas de colores alegres brillaron fuera de la ventana de la puerta que está junto a la mía. Lo sentí como si fuera mágico; fue algo así como un impulso. Me hicieron correr desde mi cama hacia el cuarto donde venían los resplandores de luz.

Mientras yo entraba no podía ver nada porque el cuarto estaba demasiado brillante, pero escuché esto, “El anillo en tu dedo izquierdo es para regresar, sólo di casa y te llevará de regreso a ella. El anillo en tu dedo derecho es para continuar, sólo di continuar y así será”. Entonces con una ráfaga de humo yo me desvanecí. Pocos minutos después me encontré a mi misma en un lugar que se veía muy aburrido y poco atractivo, pero repentinamente sucedió una cosa extraña. Apareció un gran león dorado y comenzó a cantar.

De su boca salieron hermosos sonidos. Entonces pastos, árboles, montañas, arroyos, flores y animales surgieron de la nada y la tierra parecía el paraíso. Luego el león cantó algo más y gente pequeña comenzó a aparecer. Pronto hubo una villa entera de gente joven. Entonces me armé de valor y me acerqué al león. Luego yo dije, “Aquí estoy. ¿Quién eres tu?”

“Yo soy Komerli, el león de la juventud y tu estás, querida mía, en la tierra de la juventud eterna, donde nadie crece más allá de los veinte años. ¿Podría preguntarte qué estás haciendo aquí en mi tierra?”

“Bueno Señor, me desperté, miré fuera de la ventana de mi habitación y observé algunas luces de colores alegres. Mientras observaba esto, algo me hizo correr desde mi habitación a la puerta del cuarto siguiente. Cuando entré, no podía ver nada, pero escuché esto, 'el anillo en tu dedo derecho es para continuar'”.

“Mmmmmm”, dijo el león. “¿Deseas estar aquí sólo por un tiempo o quieres regresar a casa?”

Por un tiempo – pensé – y dije, “Qué puedo perder, si puedo estar aquí. ¿Está bien, Señor?”

“Sí, pero no me sigas llamando Señor. Llámame Komerli. ¿Esta bien? Ven, busquemos un lugar para ti”.

Mientras caminábamos juntos, yo dije, “¿Komerli, puedo traer a mi familia aquí?”

“Déjame pensarlo. Pregúntame eso después. ¿Está bien?”

ESCRITO POR KATHRYN MARY MURRAY
13 AÑOS DE EDAD.

Traducido por Miguel Ángel Duran-Lopez.

© Grupo de Progreso 11:11.
Que el Amor prevalezca en la Tierra.

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