Chicago, EU de A, 5 de Diciembre, 2012.
Maestro Ezequías.
Tema: “Evidencia de Genuina Espiritualidad”.
Recibido por Valdir Soares.
“Se supone que las religiones evolutivas enseñarían espiritualidad, pero con frecuencia pierden de vista lo obvio: que la materia tiene poco que ver con la espiritualidad. La materia ciertamente es un medio para la espiritualidad, pero no define lo espiritual. A lo largo de las eras, las religiones han sido expresadas a través de la construcción de templos, la fabricación de objetos ‘santos’, y la práctica de rituales ‘sagrados’, en un intento para conformar un puente hacia la espiritualidad, sin embargo, tristemente distorsionando la verdadera espiritualidad que proviene del interior, del alma. La espiritualidad no niega realidades materiales, ni se basa en lo material. Su esencia es espíritu, su fuente es Dios, y su repositorio es el alma humana.
“Hagan una pausa para considerar que la espiritualidad no los define en el momento presente. Ya llegará el día en que adquieran un carácter espiritual, pero por ahora la espiritualidad en ustedes es una construcción de valores inspirados por el Espíritu Interior, percibido por la mente, y se manifiesta en vuestra alma a través de su característica más genuina: la Fe. En otras palabras, en vuestra condición actual, lo que realmente define vuestra espiritualidad es vuestra fe en Dios. La fe es espiritual porque cree en la vida más allá de la materia, en la salvación eterna en Dios. Independientemente de cómo se etiqueten a estas realidades espirituales, la fe es básica, es la primera evidencia de la espiritualidad verdadera.
“Otra prueba de la espiritualidad, la más hermosa, es el amor. La religiosidad sin amor es una cáscara vacía, palabras sin sustancia, simples dogmas de una vida triste y estéril. Mientras que la fe es totalmente subjetiva, de ti y para ti mismo, el amor es altruista, de ti para todos los demás. El amor es espiritual porque se origina en Dios, y Dios es Espíritu. Amar no es querer a alguien solo para ti; el amor es dar lo mejor de ti mismo a todos los demás. El amor es lo que hace significativa a vuestra espiritualidad, y no la religiosidad centrada en sí mismos. El amor es fe, impulsada por la fuerza proveniente de la bondad de Dios.
“Por último, la genuina espiritualidad es evidente a través de la genuina humildad. La religión a menudo se ha asociado con el orgullo humano, con la justicia propia, con el despliegue de buenas obras y con la exaltación personal. ¡Qué diferente de la espiritualidad mostrada por el humilde Carpintero de Nazaret, quien consideraba su tesoro más valioso a su humilde, tierna y nada sofisticada relación con Dios, a quien afectuosamente llamaba ‘Mi Padre en el Cielo’! La humildad es natural, no requiere esfuerzo y es tremendamente simple. Al ser tan auténtica, la humildad es la manera correcta para expresar una profunda espiritualidad, nada menos y nada más que lo que realmente eres, ni peor, ni mejor que cualquier otro hijo o hija de Dios.
“Estas características, querido mío, constituyen la evidencia de la verdadera espiritualidad. Hay una gran diferencia entre ser religioso y ser espiritual. La espiritualidad solo puede provenir de lo que es espiritual, mientras que la religión tristemente ha sido asociada con las cosas que están lejos de ser espirituales. La verdadera espiritualidad no puede existir sin la comprensión y la aceptación del ministerio del Espíritu de Dios dentro de ti. Tú y cualquier otra persona, independientemente de su condición moral presente, pueden cultivar la espiritualidad genuina, así que tómense el tiempo para escuchar y seguir la dulce y tierna voz del Espíritu Interior. ¡De esta manera, un renacimiento en la vida real más allá de la materia, más allá del ego falso, y más allá del pecado, será suyo!”
Traducido por Perla Téllez Garza.
© Grupo de Progreso 11:11.
Todos somos uno en nuestra Raíz Espiritual de origen — ABC-22, 1972.