Chicago, EU de A, 28 de Noviembre, 2012.
Maestro Proloteo.
Tema: “Buscando la Paz”.
Recibido por Valdir Soares.
Proloteo: “La diversidad es el origen de los conflictos en la vida. Puesto que la diversidad es una de las estrategias de Dios en la creación, los conflictos derivados de la diversidad de puntos de vista no necesariamente deben ser vistos como equivocados o malos. Son lo que podría calificarse como ‘callejones sin salida’. Los conflictos pueden, e históricamente lo han hecho, degenerar en violencia. Sin embargo, además de generar un riesgo de guerra, los conflictos también son oportunidades para el progreso y la creación de entendimiento entre las partes enfrentadas. En base a esto, discutiremos una importante cuestión relacionada con la situación actual en vuestro mundo: ¿Cómo se pueden resolver conflictos sin recurrir a las guerras?
“El primer paso para resolver pacíficamente los conflictos es llegar a las partes involucradas en el conflicto. Una de las partes o incluso un tercero, es decir, un mediador, puede hacer esto. Puede haber una solución pacífica a los conflictos si al menos una de las partes involucradas está dispuesta a resolver el conflicto de manera pacífica. Si hay un compromiso real y total de por lo menos uno de los lados, o existe una persistencia del mediador, la paz es una posibilidad real. Si el compromiso es serio desde un lado, llegará de manera inteligente hasta la otra parte para buscar un compromiso idéntico, tratando de encontrar un terreno común. Esta actitud para llegar a ambas partes debe ser muy considerada, sinceramente tomando en cuenta tanto los intereses básicos de la otra parte como un acuerdo preliminar con su derecho a existir. Se confía a la parte que busca la paz, el traer a la otra parte o partes a la mesa de negociaciones. Además, esta actitud de llegar a las partes no debe hacerse desde una posición amenazante ni de temor, sino más bien desde una posición de entendimiento. Esta es quizás la etapa más difícil del proceso de paz, cuando los supuestos enemigos deban estar de acuerdo para dialogar.
“Después de que todas las partes involucradas se reúnan, incluyendo a un posible mediador, es tiempo de dar los pasos hacia un acuerdo. Es importante clasificar las demandas de cada parte, ya sea como críticas, importantes, o no esenciales. El acuerdo debe comenzar por enfocarse en las cuestiones no esenciales, estableciendo lo que puede ser acordado o negociado, con respecto a las demandas de todas las partes. Cada lado debe estar dispuesto a dejar ir algo que no sea crítico en sus demandas. Cuando todas las partes están satisfechas con el acuerdo en ese punto, las negociaciones avanzan a los temas importantes, y finalmente al nivel crucial. Entre mayor sea el progreso obtenido, mayor será el respeto que todos deban demostrar. Es importante que todas las partes reconozcan que lograr la equidad en todo, es mejor que las decisiones unilaterales que perturban las relaciones.
“Una vez que se lleguen a acuerdos satisfactorios entre las partes, es importante planificar prudentemente la ejecución de los acuerdos, con períodos de prueba y posibles ajustes antes de pasar a las medidas generales finales. La paz es un gran ideal, pero su realización no es posible sin una voluntad eficaz, un espíritu de acuerdo y un compromiso diligente para con lo acordado. Si cada parte da seguimiento a su propio compromiso, o solicita más negociaciones para lo que no funcionó tal como se esperaba –el objetivo siempre es la satisfacción equitativa de todas las partes–, la paz puede trabajarse satisfactoriamente entre las partes, hasta que se alcance finalmente una situación estable. La paz es factible, siempre y cuando exista una voluntad para lograrla. Yo soy tu maestro y tutor Proloteo, deseando la paz para todos.”
Traducido por Perla Téllez Garza.
© Grupo de Progreso 11:11.
Todos somos uno en nuestra Raíz Espiritual de origen — ABC-22, 1972.