Alabama, EU de A, 4 de Febrero, 2011.
Ajustador del Pensamiento.
Tema: “El valor de las criaturas mortales”
Recibido por Oscar.
Ajustador del Pensamiento: “El plan del Padre de donarse a sus criaturas mortales para guiarlos hacia la perfección puede parecer infalible a las criaturas del Paraíso. Ellos al no estar expuestos a la experiencia de la vida mortal, no pueden comprender por completo como los mortales contando con la presencia misma de Dios dentro de ellos pueden potencialmente escoger el camino errado y perecer.
“Tú como mortal conoces las trampas del mundo y has experimentado la confusión y la duda. Has pasado por períodos en que solamente la fe en el Padre te puede llevar hacia adelante. Durante tu vida continuarás teniendo oportunidades para hacer crecer esa fe de manera que una vez que hayas 'visto y oído' el Padre sabrá que puede confiar en ti en cualquier situación y así lo expresará cuando tu Ajustador proclame que estás preparado para la fusión.
“Te preguntas cual es el propósito de todo esto. Si las criaturas perfeccionadas y evolutivas no existieran y todos fueran perfectos, ¿para que se necesitaría esa experiencia de capacitación tan prolongada?
“El valor de las criaturas mortales puede percibirse solo cuando se contemplan los resultados perfeccionados en el brillo espiritual que exhiben aquellos que han alcanzado la finalidad. Las cosas que ellos conocen, la misericordia que poseen, la manera en que conocen al universo y a Dios es tan elevada, tan noble y tan original que universalmente se acepta que algo tan sublime solamente se ha podido obtener por el proceso de la evolución.
“Todos ustedes son indispensables en la economía total de la creación. Vuestros esfuerzos para ir mas allá de vuestras limitaciones y extenderse hacia la Fuente y Centro de todas las cosas son bien invertidos. Cada uno de ustedes será una revelación original del Padre para todos los seres de la creación entera. Cada uno de ustedes será un canal de expresión la bondad del Padre”.
© Grupo de Progreso 11:11.
Todos somos uno en nuestra Raíz Espiritual de origen — ABC-22, 1972.