Chicago EU de A, 11 de Noviembre, 2012.
Maestro Proloteo.
Tema: “La Presencia del Mal”.
Recibido por Valdir Soares.
Proloteo: “La presencia del mal en la creación de Dios puede ser perturbadora para la mente humana, incapaz de comprender plenamente el plan general de los Dioses. El mal es un subproducto del libre albedrío concedido a las criaturas finitas en los reinos evolutivos. El mal, en comparación con los valores de la Verdad, la Bondad y la Belleza, implica la noción de un fenómeno sin valor y, como tal, está condenado a desaparecer conforme los universos del tiempo y el espacio progresen hacia sus eternos y gloriosos destinos de acuerdo a la voluntad de Dios. Debido a los daños, retrasos y obstáculos que el mal causa al progreso espiritual, los seres humanos deben conocer su naturaleza, sus medios y sus consecuencias, con el fin de evitar que ocurra en vuestras vidas.
“La existencia del mal no debe ser atribuida a los Dioses. Cuando se otorgó la Personalidad a los seres que fueron creados en los reinos perfectos y eternos del Paraíso y Havona, su existencia fue igualmente perfecta. Sin embargo, cuando las criaturas que surgieron del proceso evolutivo recibieron el mismo regalo de la Personalidad, su existencia fue comparativamente imperfecta y sujeta a procesos espacio-temporales para alcanzar un estado perfeccionado. Esta imperfección temporal trae consigo la posibilidad del mal. Los Dioses no pudieron crear verdaderos seres personales sin darles auténtica libre voluntad, incluso si eso significaba permitir la posibilidad del mal dentro de un ámbito limitado. La prueba de que el mal es de hecho una posibilidad, y no una condición innata, se encuentra en Urantia en la vida perfecta y libre de maldad exhibida por Jesús de Nazaret como la encarnación de nuestro soberano Hijo Creador, Miguel de Nebadon.
“El mal no puede manifestarse separado de la mala intención; por lo tanto, solo las criaturas dotadas de voluntad, como los seres humanos, pueden practicar el mal genuino. La intención del mal es una decisión equivocada de la auténtica libre voluntad en condiciones imperfectas. Optar por no ser parte del plan del Dios eterno no es malo en sí mismo, sino la prerrogativa de criaturas con libre voluntad. El rebelarse contra la voluntad de Dios, sin embargo, es el mal en la intención. Vuestro Hijo Creador dijo, cuando estaba en Urantia, ‘Quien no está conmigo, está contra mí’. El mal no solo está haciendo lo que es malo y dañino, sino que también es una negativa para hacer lo que es bueno y beneficioso.
“Los resultados del mal son la destrucción, la alteración, las guerras, y muchas otras consecuencias de hacer tal daño intencional a la creación y a las criaturas de Dios. El mal, si se deja por sí mismo, destruirá incluso al malvado, porque el mal es destructivo por naturaleza, no puede dejar de promover la destrucción total. Puesto que el mal es el resultado de un equivocado libre albedrío, su contención y restricción proviene del indetenible avance de los planes de Dios a través de Sus decretos y por el ejercicio de Su voluntad a través de sus Deidades Asociadas, Sus Hijos e Hijas, las criaturas del Universo Maestro. El mal, por lo tanto, es real, activo y poderoso. Afortunadamente, no es eterno como lo son la Verdad, la Bondad y la Belleza. Llegará un momento en que el mal dejará de existir. Yo soy Proloteo, vuestro tutor y maestro celestial. Paz para todos.”
Traducido por Perla Téllez Garza.
© Grupo de Progreso 11:11.
Todos somos uno en nuestra Raíz Espiritual de origen — ABC-22, 1972.