Alabama, EU de A, 17 de Agosto, 2011.
Ajustador del Pensamiento.
Tema: “Costo de oportunidad”
Recibido por Oscar.
Ajustador del Pensamiento: “Una buena manera de establecer la validez de una actividad a la que dedicas tu tiempo es determinar lo que esperas aprender de esta actividad y como eso te ayudará mas allá de esta vida. Si dedicas la mayor cantidad de tu tiempo al entretenimiento – los placeres, las distracciones – ¿que estás aprendiendo? Si dedicas la mayor parte de tu tiempo a la obtención de dinero, ¿que estás aprendiendo? Si dedicas la mayoría de tu tiempo a ver las noticias, a la vanidad del ego, o a logro del poder, ¿que otras cosas importantes estás descuidando?
“Debes evaluar el costo de oportunidad de cada tarea a la que dediques tu tiempo y tus recursos para determinar si vale la pena. Cada una de las actividades mencionadas anteriormente no son necesariamente malas en si mismas. El problema es encontrar un balance en el tiempo que le dedicas. Idealmente dedicarás mas tiempo a las cosas que en tu corazón decidas que son mas importantes, pero dejarás un poco de tiempo para otras cosas que también deben explorarse y son de alguna manera necesarias, aunque no indispensables. El trabajo debe balancearse con el reposo, el entretenimiento con el estudio y el mejoramiento material con el crecimiento espiritual.
“El que conoce a Dios progresivamente va adquiriendo la misma escala de valores del Padre y así conoce con cada vez mas certeza lo que es realmente importante. Para el Padre lo mas importante somos nosotros, sus criaturas, por lo tanto para nosotros la primera prioridad debería ser conocer mejor al Padre y conocer mejor a nuestros semejantes, pues el Padre también puede conocerse a través de todos y cada uno de nosotros. Todo lo demás es secundario.
“Si organizas tus prioridades de acuerdo a este criterio, todas tus intenciones estarán en armonía con el amor – la voluntad del Padre – y serán una expresión de la verdad, la belleza y la bondad. Si todos en vuestro mundo tuvieran estas prioridades las cosas estarían mucho mejor. No se inventarían leyes o políticas para el beneficio de unos pocos, excluyendo a un gran número de nuestros hermanos y hermanas en este mundo. No se promoverían productos que tienen el potencial de lastimar a vuestros semejantes. No se utilizaría el miedo para manipular a otros.
“Una civilización donde la búsqueda de Dios y el bienestar del ser humano son la prioridad es una civilización progresista y de valor eterno. Esto es a lo que deben aspirar y este es el gran desafío de la era presente en esta esfera”.
© Grupo de Progreso 11:11.
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