Alabama, EU de A, 8 de Septiembre, 2011.
Ajustador del Pensamiento.
Tema: “Un mortal como tú”
Recibido por Oscar.
Ajustador del Pensamiento: “¿Acaso comprendes que el Regente de este universo fue también una vez un mortal igual que tú? Él tuvo las mismas capacidades y la misma mente que todos los seres humanos en Urantia poseen. No tuvo ninguna ventaja por encima de los demás, mas allá del hecho de crecer en una familia amorosa y de disfrutar de buena salud.
“Cuando consideres la manera en que el maestro vivió su vida y la manera en que se relacionaba con sus semejantes, recuerda siempre dos cosas. Primero, desde muy temprano en su vida Él aprendió a tener una confianza absoluta los cuidados de su Padre celestial. Segundo, Él tenía una confianza implícita en los seres humanos, en su potencial para la grandeza y la nobleza, en la bondad innata de las personas.
“Por esta razón no puede decirse que soportaba las ofensas, los maltratos o los disgustos que otros le causaban con estoicismo y entereza. Para Él cada cosa aparentemente negativa que recibía de alguien mas era simplemente producto de la inmadurez espiritual de esa persona. Aquellos muchachos que disfrutaban aprovechándose de su tendencia a no defenderme jamás le molestaron, pues Él sabía que algún día crecerían y conocerían un mejor camino.
“Incluso quienes conspiraron para causar su muerte y aquel que le traicionó no recibieron represalias de su parte. Él siempre hizo todo lo posible por elevar la consciencia espiritual de ellos a través de sus palabras, sus acciones y su amor. No soportó los sufrimientos ni el castigo como el hombre fuerte que se apoya en su resistencia mental o física. Todas estas cosas que muchos consideran como dañinas o perversas, para Él eran simplemente las acciones de almas que no conocían un camino mejor, pero que con la debida oportunidad y el ambiente adecuado, podrían lograr grandes cosas y actuarían de una manera mas elevada.
“Su fuerza no estaba en su voluntad, sino en su confianza en el Padre. Al final de todas las cosas, siempre supo que no le ocurriría nada realmente. Siempre supo que su vida estaba en manos de Dios y que era una vida eterna. Ustedes también disfrutan de este conocimiento y si ya han elegido ser mejores – luchar por ser lo mejor que pueden llegar a ser, encontrar el propósito de vuestra vida – vuestra vida está garantizada para la eternidad.
“Solo aquellos que se han relacionado con niños pequeños – especialmente los padres y las madres – pueden comprender un poco la manera en que consideraba el maestro a sus hermanos que le atacaron o le molestaron algunas veces durante su vida. Nadie considera algo perverso el sufrir por los malentendidos de un pequeño. Todos saben que los niños pequeños aun no conocen muchas cosas y cometen muchos errores que al crecer no repetirán jamás. Acepten que todos en este mundo son pequeños niños espirituales, apenas comenzando su viaje hacia la madurez de la perfección. Ámense los unos a los otros y ayúdense a caminar juntos hacia vuestra eventual perfección, superando juntos los errores y las dificultades en el camino”.
© Grupo de Progreso 11:11.
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