Oregon, EEUU, 6 de enero de 2015.
Ajustador del Pensamiento.
Tema: “Orgullo egocéntrico vs. orgullo centrado en Dios.”
Recibido por Anyas.
Ajustador del Pensamiento: “Querido hijo, cada uno de ustedes es especial. Son especiales por sus propios méritos conforme reconocen cada vez más que son amados por el Padre. Han venido a reclamar vuestro derecho de nacimiento como hijos o hijas de Dios, y aprender a vivir una vida centrada en Dios a fin de poder entrar en el Círculo de la Familia Divina.
“Eventualmente, cada esfuerzo genera frutos. Cada esfuerzo les ayuda a mejorar vuestro ser entero. Es comprensible que estén orgullosos de vuestros logros, de vuestra transformación ganada a pulso. Este sentido de orgullo es perfectamente aceptable. Es como el orgullo sentido por un pequeño cuando aprende a caminar por sí mismo. Es un orgullo alegre y sincero, muy diferente al orgullo ególatra y enceguecedor de un alma narcisista.
“El orgullo egocéntrico es un callejón sin salida pues solo gira en torno al ser inferior y evita que el alma se expanda. El orgullo centrado en Dios, sin embargo, es glorioso; se expresa en forma de gratitud, pues la alegría de cumplir la Voluntad del Padre desencadena bellos sentimientos en vuestra alma. A medida que entran en alineación con vuestro Ser Superior, experimentan felicidad y alegría, así como infinita gratitud. Estos sentimientos no se centran en uno mismo. Se centran en Dios. Son sentimientos que el Padre implanta en vuestra alma con la esperanza de que cobren vida y hagan bella vuestra vida y vuestros alrededores. ¿Acaso no es soprendente descubrir, poco a poco, cuánta amorosa previsión ha tenido el Padre desde el comienzo mismo de la creación? Su creación verdaderamente tiene capas múltiples y está llena de sorpresas maravillosas. Ahí es donde reside la verdadera felicidad.
“Aprendan a adentrarse más profundamente en cada momento para obtener más de su esencia divina. Este precioso extracto divino debe ser exprimido de las experiencias de la vida. Sin embargo, requiere cierta presión. Los metales preciosos deben ser derretidos a muy altas temperaturas para ser purificados. Queridos míos, ustedes también son como un metal muy precioso. Vuestra alma está destinada a convertirse en un diamante único y muy valioso, un diamante reflejante, centelleando en la luz del Padre. ¿Acaso no son valiosas las dificultades de la vida que les ayudan a descubrir cuán sorprendentes tesoros son?
“Mantengan esa visión de la perfección en vuestra mente, querido hijo. Recuerden que existen intenciones divinas detrás de las dificultades en vuestras vidas, y que el Padre siempre tiene Sus ojos puestos en ustedes, observando vuestras vidas desde un punto muy cercano a través de vuestro Divino Ajustador de Pensamiento. El Padre es una Personalidad de manos a la obra.”
Traducido por Perla Téllez Garza.
© Grupo de Progreso 11:11.
No importa cual sea la pregunta, la respuesta siempre es el Amor.