Chicago, EU de A, 21 de Marzo, 2013.
Maestro Proloteo.
Tema: “Muerte y Resurrección”.
Recibido por Valdir Soares.
Maestro Proloteo: “Este día cubriremos el tema de la muerte, y quisiera hablar de aspectos del proceso que todos ustedes tendrán que enfrentar algún día. La muerte no es el final, como todos ustedes saben, pero en algunas circunstancias sí lo puede ser. La muerte, explicada simplemente, es el paso de todas aquellas energías físicas e intelectuales en ti, actualmente en un estado cinético, a un estado estático a causa de la disolución. Sin embargo, la muerte puede ser un acontecimiento singular para ustedes, pues les hace avanzar a vuestra siguiente su vida, y a vuestra siguiente estación en el universo, los Mundos de Estancia; o en circunstancias extremadamente raras, un episodio trágico, eventualmente y para siempre, puede finalizar vuestra existencia como una personalidad reconocible del universo. Reflexionen acerca del concepto de la muerte permanente.
“En vuestro mundo, la mayoría de las personas está preocupada por la muerte física. La muerte física solo es el cese de las energías vitales residentes en, o en conexión con, vuestro cuerpo físico. Sus causas pueden ser numerosas, pero el resultado es siempre de un tipo: la cesación de la vida. El cuerpo físico es solo la cáscara que vuestro ser real habita. Es el vehículo que les permite expresar vuestra personalidad. Cuando la muerte llega, significa que vuestro cuerpo ya no es capaz de mantener las energías de vida para realizar sus funciones vitales, entrando por lo tanto en un proceso de disolución. La muerte los separa de vuestro cuerpo.
“La cesación de la vida física también causa la interrupción de vuestra actividad mental o intelectual, porque vuestra mente depende de las energías materiales y de una estructura material: vuestro cerebro. Aunque no son funcionales después de la muerte, vuestra alma y personalidad siguen existiendo. En vuestra alma, a través de vuestras elecciones morales en vida, tanto vuestros valores como vuestros factores de identidad (quiénes son) son preservados y sobrevivirán a través y bajo el cuidado de vuestro Serafín Guardián. Estos factores se guardan a salvo para ser investidos en el nuevo cuerpo que recibirán en Mansonia Uno, en donde ocurrirá vuestra resurrección. La resurrección es nada más y nada menos que vuestra reconstitución en “los Cielos”.
“Hay un período intermedio después de la muerte, de tres días o más (dependiendo de vuestro estatus espiritual), en los cuales aguardan el juicio de vuestra vida mortal. Si en la vida, de alguna manera, por la fe, han elegido la vida después de la vida, la vida después de la vida se les concederá. Al morir, el Fragmento de Dios Padre, el Ajustador del Pensamiento, o AP, quien fue enviado para guiarles durante vuestra vida mortal, temporalmente les dejará. Después de vuestra resurrección, el AP volverá a ustedes en Mansonia Uno para reanudar la tarea de trabajar con ustedes en vuestra nueva vida.
“Por lo tanto, estudiante mío, de ninguna manera la muerte es el final de la vida para aquellos que han elegido el camino hacia Dios. Por lo tanto, cuando mueren, sí dejan de respirar pero no dejan de vivir. El progreso de vuestra vida se reanudará en los Cielos, en los Mundos de Estancia, en donde el Maestro prometió preparar un lugar para ustedes. Yo, Proloteo, he experimentado la muerte, y les aseguro que no es el fin. Más bien, es una transición, un rito del paso hacia una nueva y duradera vida. Soy Proloteo, vuestro Maestro en lo Alto, en donde un día nos encontraremos cara a cara, y ciertamente esperaré esa reunión.”
Traducido por Perla Téllez Garza.
© Grupo de Progreso 11:11.
Todos somos uno en nuestra Raíz Espiritual de origen — ABC-22, 1972.