Distrito de Illawarra, Australia, 18 de junio de 2017.
El Escriba de Damasco.
Tema: “Cuidando a la familia.”
Mensaje recibido por George Barnard.
El Escriba: “Para cualquiera que haya sido educado en un planeta rebelde, es difícil recordar siempre que todas las criaturas del Maestro son familia . De hecho, amigo mío, cuando Miguel te llama Su hermano, interiormente todavía te estremeces un poco después de todos estos años de ‘colaborar’ con tus hermanos y hermanas Intermedios como iguales, pues el Maestro aún te asombra. Y te asombra a tal grado de que claramente, una vez más, te ves obligado a ver tu respeto innato hacia el Hijo Creador, ‘felizmente sentado’ al lado de la amistad. ¿Qué tan incómodo es eso? ¡Qué difícil, por lo menos!
“¿Eres consciente de este extraño y momentáneo sentimiento? ¡Bien! ¡Lo conoces! ¿Sabes qué ocasiona estos sentimientos? ¡No! Siguen siendo un misterio, y quizás durante mucho tiempo sean algo a superar por aquellos jóvenes que desgraciadamente soportaron la hambruna de la segunda guerra mundial en Europa. Vuestros mayores, por necesidad, ‘se las arreglaron’ durante mucho tiempo para sobrevivir y pocos tuvieron tiempo para sus hijos. Los maestros que no estaban educados para ello, con sus formas de castigo brutal, e incluso los sacerdotes de manos pesadas, sólo merecieron una incesante desconfianza.
“Para un niño profundamente pensante, para cualquier niño realmente, este no era un mundo que fomentara la confianza en los adultos. ¿Por qué confiar en el obispo que nombró a ese torpe sacerdote? ¿Por qué confiar en el papa que nombró a ese obispo? ¿Y quién nombró al papa que, de acuerdo a esa biblia con las palabras de Dios, sabían que lo enojaría y haría sentir celoso? ¿Tomó partido en las guerras? ¡Qué legado de desinformación y erradas suposiciones humanas!
“El maestro con su bastón de ratán es tu hermano. ¡Sorpresa! El sacerdote del pueblo es tu pariente. ¡Qué golpe! Incluso el papa es familia. Cuando por fin salgas del campamento especial del ‘internado’ de Urantia en Mansonia Uno, finalmente entenderás y aceptarás completamente que todas las criaturas que conocen a Dios, de todos los colores, todas las tierras, todas las religiones, sí, hasta de todos los planetas, son familia. Tus ojos se abrirán y estarás ansioso de decirnos que siempre tuvimos la razón, que todos son iguales y que todos son familia inmediata.
“Con el tiempo estarás cuidando de esa misma familia, y lo harás bien. En Mansonia, cuando hayas desaprendido algunas creencias cuasi espirituales que aún te quedan, aprenderás a amar a todos los que ahora te denuncian, desconfían de ti o te llaman fraude. Aunque ahora creen que te conocen, para entonces les habrás enseñado cosas de innegable valor y verdad.
“Por ahora, amigo mío, siempre cuenta conmigo para obtener las respuestas que no vienen a la mente. Yo soy el Escriba de Damasco.”
Traducido por Perla Téllez Garza.
© Grupo de Progreso 11:11.
Mi regalo para ti es que tu estés a mi servicio — Cristo Miguel