Chicago, EEUU, 17 de abril de 2017.
Maestra: Intermedia Primaria Andrea.
Tema: “Encuentros no intencionales con la malicia.”

Andrea: “Imagina que estás en un banco para hacer un depósito y, cuando estás en la fila, varios ladrones entran en el lugar y te hacen su rehén, amenazando tu vida si no consiguen lo que quieren. Llamemos a tales incidentes ‘encuentros no intencionales con la malicia’. La malicia es la intención de hacer el mal a los demás. La malicia es el origen del pecado y la fuerza impulsora de la iniquidad. ¿Por qué tales situaciones les ocurren a personas inocentes? ¿Es el destino? ¿Es el karma? El razonamiento no puede explicarlo todo, pero ayuda a entender. Consideren estos tres elementos en el encuentro con la malicia...

“El azar. El azar es la posibilidad de que algo suceda. Como dice el refrán, ‘cualquier cosa es posible’. La oportunidad está relacionada con la potencialidad de los acontecimientos. Se convierten en hechos cuando entran en la realidad. Las posibilidades de que ocurran cosas son numerosas. Para evitar que sucedan, es necesario pensar con anticipación, preventivamente, pero es casi imposible cubrir todas las posibilidades. En lugar de ello, hay dos maneras más eficaces para evitar que ocurran las malas situaciones. En primer lugar, busquen y permanezcan en la voluntad de Dios; en segundo lugar, sean sensibles a la pequeña voz del Espíritu en vuestro interior. Él o Ella conoce las posibilidades y puede guiarlos para evitarlas.

“Exposición. Sin quererlo, a veces pueden cruzar por el camino de la malicia, exponiéndose ante sus agentes. Pueden verse expuestos a la maldad de los malhechores porque fallaron en tener precaución. La precaución dice que deben evitarse ciertas personas, lugares y ocasiones, pues aumentan vuestra exposición a los actos de malicia. Sin embargo, la exposición a la malicia también puede suceder por tratar de ayudar a personas en donde la malicia puede estar presente. En estos casos, recen como Jesús en la Oración del Señor: ‘Y no nos dejes caer en la tentación, mas líbranos del mal’. Dios puede ayudarles a no caer en la tentación del malvado, liberándolos del mal.

“Engaño. Finalmente, la malicia a veces comienza en forma de engaño y prepara una trampa para que el inocente caiga. Cuando el engaño está presente, la malicia ya ha estado activa. Los trucos son antiguos, pero hoy en día abundan muchas clases de hombres con refinados tipos de fraudes para dañar a personas inocentes. Estos malhechores juegan con la ingenuidad de la gente, la codicia y la deficiencia mental. En un engaño se oculta la malicia hasta que el daño ocurre, y para entonces en muchas ocasiones ya es demasiado tarde. Eva cayó por el engaño de Caligastia. La mejor protección ante los trucos del engaño es el sentido común. Si algo es demasiado bueno para ser verdad, generalmente no es verdad.

“Por lo tanto, amigos míos, no es fácil entender por qué las personas inocentes son víctimas de la malicia de un malhechor. Los ejemplos aquí mencionados son solo intentos por explicarlo, pero puede haber preguntas adicionales: ¿Es algo justo? Desde una perspectiva evolutiva, la equidad y la justicia siempre son relativas. Experimentar el mal nunca es una experiencia agradable, pero sin duda siempre es una situación de aprendizaje. Incluso cuando el mal acabara con la vida de una persona en este mundo, su fe en la supervivencia del alma tendrá la palabra final. Llegará el día en que comprenderán esto mejor. Soy Andrea, vuestra amiga Intermediaria Primaria.”

Traducido por Perla Téllez Garza.

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