Oregón, 1 de noviembre de 2017.
Maestro: Ajustador del Pensamiento.
Tema: “¿Impulsados por el amor o por el odio?”
Mensaje recibido por Anyas.
“Con demasiada frecuencia, cuando luchamos por el bien, ocurre que tanto el vencedor como los vencidos han sido derrotados.” [LU 1778:02]
Ajustador del Pensamiento: “Reflexionemos acerca de la afirmación anterior, que al principio parece sorprendente. ¿Por qué sería que, a menudo, tanto el vencedor como el vencido sufren una derrota en su batalla por la justicia?
“Vuestro mundo está lleno de eventos que respaldan esta afirmación. En primer lugar, lo que muchos perciben como lo ‘correcto’ se basa en sus muy subjetivas y a menudo condicionadas percepciones de lo que opinan los demás. Tantas guerras libradas en nombre de la justicia, en realidad han sido el origen de muchas injusticias y equivocaciones –los ejemplos más notorios son las famosas guerras santas de estos días, y las Cruzadas de siglos atrás.
“Ciertamente, si uno lucha por lo correcto mientras recurre a medios injustos, ambas partes experimentan reveses, pues ningún alma puede prosperar si su corazón es consumido por el odio, en lugar de ser impulsado por el amor.
“Además, la coerción nunca da como resultado la liberación del alma. ¿Cómo podría ser así cuando el Padre ha emitido el decreto eterno de que, en todas las decisiones cósmicas, la prerrogativa del libre albedrío de las criaturas debe ser respetada –y nunca ser violada?
“Si están confundidos acerca de cómo promover lo que consideran que es la verdad, observen la forma en que Jesús promovió la Verdad Divina: era amoroso y humilde; fue paciente y perspicaz en cuanto a cómo y con quién compartió la Verdad. En ocasiones, especialmente durante Su ministerio privado, se enfocó en las necesidades inmediatas de quienes participaban en Sus discusiones. En otras ocasiones, al dirigirse a una multitud, se centraba en el nivel de conciencia de la multitud. La Verdad que dio siempre estuvo acorde con su necesidad de revelación y su capacidad para procesarla.
“Queridos, cuando tengan dudas sobre cómo compartir vuestras ‘buenas nuevas’, acudan a vuestro interior y pregúntense cómo manejaría Jesús esa situación en vuestro lugar. Siempre recurrió primero a Su Padre Celestial en busca de consejo, excepto cuando actuaba espontáneamente gracias a la amorosa dirección de Su gran corazón. El amor es ciertamente la salvaguarda que asegura que vuestras acciones sean justas, pues el Amor está en perfecta alineación con el Corazón Divino.
“Hasta el momento en que vuestro corazón pueda tomar la delantera, absténganse de ponerse a la altura de otros poderosos desencadenantes emocionales, ya que muchos de ellos no están enraizados en bases sólidas. No están divinamente asignados para ‘terminar’ a quienes ustedes consideren que están cometiendo un error. Más bien, se les ha asignado hacer brillar vuestra luz y convertirse en una inspiración viviente –y no en un represor viviente.”
Traducido por Perla Téllez Garza.
© Grupo de Progreso 11:11.
No importa cual sea la pregunta, la respuesta siempre es el Amor.