Bacolod, Filipinas, 12 de marzo, 2018.
Maestro: Proloteo.
Tema: “La vida del hogar”

Recibido por Valdir Soares.

Proloteo: “El hogar, la cuna de la civilización, apareció en Urantia poco tiempo después que los seres humanos, Andón y Fonta, recibieron del Padre el don de la personalidad. Su primera decisión humana fue dejar a su tribu de primates y vivir el uno para el otro. Esa decisión fue el comienzo de la vida familiar. El hogar no es solamente un lugar de residencia, es un lugar para compartir la vida. Es un ambiente exquisitamente adaptado para establecer relaciones personales al más alto nivel de significancia humana.

1. La relación de pareja.
“Aunque la relación original de la primera pareja era hetero-monógama y así también fue la relación de Adán y Eva (la pareja enviada a Urantia para elevar de las razas) las razas evolucionarias crearon relaciones polígamas y homosexuales que también pueden producir una vida familiar funcional, aunque diferente y alternativa. Las parejas se unen para funcionar mejor en la vida. La procreación es la intención original en el diseño masculino y femenino de los Portadores de Vida y es primordial. Sin embargo, otras necesidades como la compañía y la vida sexual son también provistas por la relación de pareja. La vida en el hogar, con sus conflictos y sus desafíos inherentes, es para la pareja un laboratorio experiencial para mejorar las relaciones humanas que desde el hogar se extenderán a la sociedad y al mundo, incluso a los universos. Para funcionar de manera aceptable como una pareja en la vida del hogar, cada miembro debe buscar sin egoísmo el beneficio para el otro y encontrar una satisfacción balanceada para ambos.

2. La relación paternal.
“La relación paternal (o maternal) es una función adicional para la pareja que ha sido bendecida con hijos. Incluso cuando una pareja puede funcionar de manera aceptable en la vida del hogar sin descendencia, la experiencia que esta relación ofrece es también primordial – tanto que los que ascienden a Mansonia deben mejorar o adquirir esta experiencia si durante su vida terrenal no fue efectiva o no existió. La relación paternal se refiera a criar hijos proveyendo sustento, educación y dirección. El sustento, más allá de la provisión de alimento, es dar amor y un ambiente hogareño estable, positivo y cómodo. La educación no es solamente una responsabilidad de la sociedad y del estado. Los padres comienzan enseñando los primeros valores humanos y espirituales. La dirección paternal es el resultado general del sustento efectivo y la educación traducida a valores espirituales, la moral y la dirección responsable para cada niño en la vida. El ser padres es un ministerio por parte de los padres, muy similar al del Padre con sus hijos universales.

3. La relación fraternal.
“Las relaciones de los padres con los niños son más elevadas y autoritarias en la vida del hogar. Pero las relaciones entre hermanos son educativas para los individuos en el mismo nivel, enseñando la fraternidad, la solidaridad, y el respeto recíproco que se extiende al mundo y a los universos. La relación entre hermanos puede ser competitiva al principio, siendo necesario que cada niño descubra su identidad y su lugar en el hogar, pero esto no debe continuar durante la vida adulta, cuando con frecuencia la competencia es reemplazada por una amistad llena de amor y respeto, como resultado directo de una distribución balanceada del amor y la atención de los padres entre sus hijos. Las relaciones fraternales ofrecen muchas oportunidades de aprendizaje, tanto para los niños como para los padres. Esto debe ser considerado cuidadosamente por la pareja al momento de decidir qué tan grande será su familia. Después de tu vida en Urantia tu función reproductiva habrá terminado y con ella la posibilidad de iniciar nuevamente la función paternal, pero tu papel como hermano o hermana de todos los hijos universales de Dios no cesará jamás en la eternidad.

“Por lo tanto, alumnos míos, la importancia de vuestra vida en el hogar no puede ser ignorada o subestimada. Es en el hogar donde la vida comienza y donde se nutre, y debe ser también el lugar donde cada individuo puede regresar y siempre ser bienvenido. El hogar y la vida en el hogar pueden existir sin una familia biológica, pero su representación ideal es cuando los padres comparten o han compartido la vida con su descendencia. Múltiples relaciones pueden ocurrir en el contexto de la vida del hogar, pero estas funcionan mejor cuando están centradas humanamente en la pareja que lo origina y espiritualmente en Dios como nuestro Padre Universal.”

Traducido por Nelson Navas.

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Mantén frente a ti la meta de las edades — Maestro Proloteo.

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