Oregón, EU de A, 20 de marzo, 2018.
Maestro: Ajustador del Pensamiento.
Tema: “Perdonar es fácil para los que aman incondicionalmente”
Mensaje recibido por Anyas.
“El Padre en el cielo te ha perdonado aun antes de que hayas pensado en pedírselo, pero dicho perdón no es asequible en tu experiencia religiosa personal hasta tanto no perdones tú a tus semejantes. El perdón de Dios —como hecho — no depende de que perdones a tus semejantes, pero en experiencia depende en forma precisa de este factor.” [LU Documento 146:2.4]
Ajustador del Pensamiento: “Me pides que te aclare la cita anterior. En verdad, el tema del perdón es algo difícil para los seres humanos. ¿Por qué es así? Por el hecho de que ustedes no son semejantes a Dios todavía. Si lo fueran, el perdón sería algo natural, pues el amor incondicional lo perdona todo.
“Toma unos momentos para considerar esta declaración. Si amas a alguien ‘incondicionalmente’ lo amas en su totalidad – ‘para bien o para mal’. Tu aprecias sus buenas cualidades y estás dispuesto a soportar sus defectos temporales, con la comprensión de que a través de Dios y de la voluntad del individuo, estos defectos fastidiosos se irán borrando con el tiempo durante la construcción larga y meticulosa de su emergente semejanza a Dios.
“Por lo tanto, es un ‘hecho’ que tú puedes asumir el perdón del Padre. Sin embargo, si te conmueve profundamente la manera generosa en la que el Padre perdona tus deudas espirituales, estarás motivado a expresar tu gratitud tratando a otros de la misma manera. ¿De qué otra manera podrías lograr la semejanza con Dios? Perdonando incondicionalmente – sin ataduras – estarás tomando los primeros pasos hacia el amor incondicional.
“Tal vez hayas mantenido un inventario de todas las ofensas perpetuadas en tu contra por algunos individuos y hayas decidido que ellos no merecen tu compasión. ¿Pero, y tú? ¿Cómo puedes aceptar el perdón de Aquel a quien tal vez tú has ofendido mucho más por tu ignorancia, tu testarudez y tu inmadurez? ¿Acaso no son estos los argumentos que propones en tu defensa – las circunstancias atenuantes que expresas sinceramente y que ya son conocidas por el Padre?
“¿Entonces por qué no puedes considerar de la misma manera a tus semejantes, desarrollando así un corazón compasivo y aprendiendo a no tomar sus ofensas de manera personal para no convertir tu vida en un drama interminable y doloroso?
“Queridos míos, vuélvanse hacia adentro y pidan asistencia divina para el proceso de perdonar. No importan si tu hermano te ruegue que lo perdones o no, pues la balanza debería siempre inclinarse a favor del amor incondicional. Tú también debes ser capaz de perdonar incluso antes de que te lo pidan y cuando finalmente tu hermano lo pida, tu corazón ya estará abierto para abrazarlo como tu hermano pródigo que ha regresado.”
Traducido por Nelson Navas.
© Grupo de Progreso 11:11.
No importa cual sea la pregunta, la respuesta siempre es el Amor.