Sherllharbour, Australia, aproximadamente 10, 10, 2018.
Maestros: Ezequiel, el Escriba de Damasco y Cristo Miguel.
Tema: “Los pecados de los padres.”
Mensaje recibido por George Barnard.
George: “Tanto Miguel como el Escriba de Damasco estaban parados a la derecha y solamente estaban interesados en lo que se decía. Al frente estaba Ezequiel con su distintivo manto de color verde brillante con una delgada banda roja alrededor y en el frente. El parecía tener una estatura de no mas de un metro setenta, pero se bien que él es ciertamente un gran hombre.
“Al frente había una imagen de dos enfermeras muy fuertes intentando remover de un paciente una cuchara de plástico que se había tragado casi por completo. Le grité a Ezequiel, pero ningún sonido salió de mi. Luego escuché el sonido de vidrios rotos cayendo sobre el piso y la mención de mucha sangre. Una vez mas le grité en silencio al profeta que no quería ser testigo de la manera en que este paciente se quitaba la vida.
Ezequiel: “Estos son los pecados de los padres, mi querido hermano, que se te muestran hoy para que recuerdes lo que ahora te será mostrado. De no ser por un hombre en el proceso de matarse a sí mismo, tu olvidarías lo que puede pasar en tu mundo – nada mas y nada menos que un auto-asesinato.
“Se planea que un dispositivo nuclear sea detonado sobre Damasco y esta conflagración de manera instantánea arrebatará las vidas de mas de un millón y medio de personas. Millones mas morirán lentamente, algunos mas allá del Eufrates y verán su doloroso reposo final sobre una tubería que corre del noreste al suroeste y hacia la tierra de un nuevo mercader del petróleo en la costa mediterránea.
“Que Dios no lo quiera … No pueden bombardear a Damasco.
Que Dios no lo quiera … No pueden bombardear a Damasco.
Que Dios no lo quiera … No pueden bombardear a Damasco, porque si lo hacen, una locura colectiva se apoderará de ustedes y mas de 300 millones perecerán.
“Yo Soy Ezequiel haciendo esta declaración en el año 2018 como lo hice en mi vida terrenal hace mucho tiempo. Ahora hago mi declaración de parte de Dios y de ningún otro, en presencia de Cristo Miguel y el Escriba de Damasco.”
Nota del receptor: Hace mucho tiempo se nos sugirió que tuviésemos algunas reservas para los tiempos duros que se avecinan – comida para varias semanas o incluso meses y monedas de plata para el intercambio. Ezequiel fue la única parte de esta visión que llegó en colores brillantes.
Traducido por Nelson Navas.
© Grupo de Progreso 11:11.
Tu llevarás mi insignia hasta el Paraíso — Cristo Miguel