Jugando bajo reglas diferentes

Oregón, EU de A, 26 de noviembre, 2018.
Maestro: Ajustador del Pensamiento.
Tema: “Jugando bajo reglas diferentes.”

Mensaje recibido por Anyas.

“Sois rencorosos y vengativos en proporción directa a vuestra ignorancia de la naturaleza interior y de los deseos verdaderos de vuestros hijos y de vuestros semejantes.” [LU 1989.5]

Ajustador del Pensamiento: “Consideremos la declaración anterior a la luz de la conducta de Jesús mientras caminaba entre ustedes. Él jamás guardó rencores ni pensó en la venganza. ¿Cómo logró esto incluso cuando fue sujeto al despiadado criticismo de sus semejantes, el sarcasmo y el falso testimonio? ¿Acaso esto no justificaría – a vuestros ojos – el guardar rencor y el planear venganzas? ¿Acaso no era Jesús de la misma carne que ustedes?

Ciertamente, lo era, pero la actitud de su corazón tierno era muy diferente. Él protegía celosamente su integridad emocional, considerándola como un embajador de ‘buena voluntad’ del corazón de Su Padre. Él jamás rompió sus votos de lealtad a la voluntad divina. En lugar de desearle mal a quienes atacaban su carácter sin fallas, Él se preguntaba que los hacía tan amargados, críticos y auto-justificados.

“Él fue un estudiante del hombre, luchando por comprender la naturaleza humana con todos sus atributos y sus complejidades originadas en la rebelión de Lucifer y transmitidas genéticamente. ¿Cómo podría Él remediar esto como un salvador espiritual?

“Jesús compartió muchas ‘buenas noticias’: el divino amor incondicional y el perdón a la humanidad, inundados de una comprensión compasiva de su difícil situación. Él aclaró las cosas acerca del origen de vuestra Familia y mucho más. Estas revelaciones fueron revolucionarias, siendo la razón por las cuales Jesús no ‘jugaba bajo las mismas reglas’ que sus semejantes.

“En lugar de culparles por su falta de visión, Él los libraba de culpas en su corazón, comprendiendo que la ignorancia era la culpable principal. Él siempre estaba dispuesto y listo para asociarse con ellos, inicialmente descendiendo con ellos a su nivel de conversación, escuchando lo que tenían que decir, antes de ofrecerles pequeñas gemas de entendimiento elevado – elevándolos de esta manera y bendiciéndolos con una orientación valiosa.

“Queridos míos, no dejen que los rencores y la venganza les arrebaten lo mejor de vuestra naturaleza – o que hagan surgir lo peor de ustedes. Estos son los grandes obstáculos para la paz en vuestro mundo – comenzando con vuestro mundo interior. ¡Déjenlos ir! Mejor esfuércense por comprender las circunstancias que libran de culpa a vuestros semejantes, escuchando con atención lo que dicen y lo que no dicen. Esto es lo que Dios hace.”