El temor es la gran tentación

Urantia, 9 de diciembre, 2018.
Maestro: El Amado.
Tema: “El temor es la gran tentación.”

Mensaje recibido por Lytske.

El Amado: “Hoy profundizaremos un poco más en el tema del ‘temor’ y lo que representa. Hay temor en todas partes; temor de envejecer, temor de perder la salud, temor de perder a los seres queridos. Y hay temor por el futuro.

“La lista continua y es aparentemente interminable. Cada persona alberga sus temores personales, conocidos, desconocidos e irracionales y tarde o temprano se enfrentan a ellos.

“El temor es el gran obstáculo para la paz interior y puede atacar vuestro bienestar espiritual, emocional y físico. La enfermedad es el resultado de permitir que el temor les domine. El temor aprisiona el verdadero ser, de tal manera que la semilla del alma no crece ni florece.

“El temor es el mal. El temor es una sensación, que Evita que un ser humano aprenda a confiar en los cuidados amorosos del Dios Creador, y de todos los seres celestiales a los que se les confía su cuidado.

“El mal es la negación del Fragmento de Dios en el alma. El temor es la gran tentación que les puede hacer caer en la depresión o algo peor. El temor hace que las personas consideren o cometan el suicidio. El temor es la falta de valor para ser honesto consigo mismo – para discernir verdaderamente que es lo que se teme.

“Es una espiral que desciende hasta un pozo oscuro, al fondo del cual se encuentra la parálisis y la desesperanza del espíritu humano.

“El espíritu humano está diseñado para elevarse. Dios les dio vida, para que desarrollen la fe y la confianza como alas, y para fortalecer estas alas con una confianza creciente en el amor incondicional y el cuidado del Dador de toda vida.

“Los humanos llevan con ellos la semilla de un alma abundantemente rica, pero muy pocos viven para manifestar este gran don dentro de su ser, debido a su falta de fe que permite que el temor corra sin control. Detente y vuelve tu mirada hacia adentro tan pronto como sientas que el temor está intentando aferrarte en sus garras heladas.

“Acepta que Yo estoy aquí; siempre esperando para calmarte y darte Mi paz, para que comprendas que todo está bien. Di en voz alta: ‘Todo está bien’ y créelo.

“Crece en una fe más grande y en confianza en la bondad de Dios.”