Empatía, madurez, espiritualidad

Distrito de Illawarra, Australia, 12 de diciembre, 2018.
Maestro: El Escriba de Damasco.
Tema: “Empatía, madurez, espiritualidad.”

Mensaje recibido por George Barnard.

El Escriba: “Recientemente conversamos acerca de aprender de los errores humanos y del hecho que al ser humanos son incompletos, pero con potencial. También hablamos de que pueden aprender al ver a otros ‘pagar’ por sus errores. Ciertamente, ustedes no estarían dispuestos a copiar las acciones de otros que podrían estar pagando un alto precio por haber hecho algo malo. Eso sería una tontería y esa acción no tendría ninguna atracción.

“Hasta ahora hemos discutido lo que han aprendido por la experiencia; el considerar lo que les ha ocurrido a ustedes o a otros adquiriendo así un poco más de sabiduría.

“Hay otra manera en la que pueden crecer, madurar, pero pocas veces se reconoce cual es el origen oculto de este proceso. Ocurre en etapas y con frecuencia ocurre así: una persona joven, masculina o femenina, lucha por establecerse en una tarea o profesión sin invertir mucho tiempo en los requierimientos de los demás. Evidentemente hay necesidades mas urgentes para ese individuo mientras se establece en su carrera.

“Una vez establecido en el nicho que decidieron ocupar generalmente descubren que tienen mas tiempo para los demás. Y si, llegan a comprender que han descubierto la empatía. Ellos ahora tienen tiempo para velar por las necesidades y los requerimientos de otro. Probablemente ellos se felicitarán por haberse vuelto individuos mas maduros. En realidad, mucho de este progreso que describo aquí se debe al trabajo inteligente y sin descanso del Ajustador del Pensamiento (AP).

“¿Así que quien debe ser felicitado por este logro espiritual? ¿Es el ser humano? ¿Es el AP? Si, no subestimen al AP. Sin embargo, el crédito no es tan importante pues, a corto o largo plazo, ellos se fusionarán y serán uno.

“Yo soy el Escriba de Damasco, vuestro Maestro por ahora hasta que vuestros amigos Intermedios sean liberados de sus funciones actuales y regresen a ustedes. Adiós.

George: “Adios buen amigo.”