Somos de la misma edad

Distrito de Illawarra, Australia, 26 de mayo, 2019.
El Escriba de Damasco (Sananda).
Tema: “Somos de la misma edad.” – un mensaje personal resumido.

Recibido por George Barnard.

El Escriba: “… un ejemplo maravilloso de como la eternidad trasciende el tiempo es el asegurarte que nosotros tenemos, en realidad, la misma edad. Como Ajustadores del Pensamiento ambos emergimos de la eternidad para entrar al reino del tiempo. Como un Ajustador Personalizado ahora funciono tanto en el tiempo como en la eternidad. Como una criatura fusionada con el Ajustador, como lo serás algún día, tú también te ocuparás de los asuntos del espacio y el tiempo, así como también con los asuntos de la eternidad. ¡Ajá! Por supuesto, no somos iguales, todavía no, hay una gran diferencia, pero ambos tenemos nuestro origen en la eternidad.

“Una y otra vez, la Partícula de Dios que Soy regresó al espacio y el tiempo desde la eternidad, para guiar a un ser humano a través de su vida planetaria y sufrir nuevamente la decepción, hasta el momento en que una elección ética y decisiva fue hecha por aquel a quienes ustedes llaman el Maestro, Miguel, o Josué Ben José. Ese fue el momento en que dejé atrás mis ‘tareas’ en la eternidad para habitar en otro ser humano. Esta bien pudo haber sido otra falla, pero de la cual podría aprender mucho. Sin embargo, no, era el hijo del hombre y el Hijo de Dios. Fui yo quien le enseñó mucho. Fue nuestro Padre que luego me otorgaría la personalidad.

“Ahora llegamos a la parte en la que nos comunicamos. No hay nada de malo en que uno de las alturas y uno de los seres más bajos sean amigos. Yo sentí tu amor por mi cuando pensabas que yo tal vez era el fantasma de un escriba egipcio que recordaba todo lo que había escrito en sus rollos de papiro. Sin embargo, recordaste las palabras de Miguel: ‘Desde muy joven te enseñamos acerca de todas las cosas que haces ahora’. ¡Así que no te sorprenda si sugiero que haremos mucho trabajo en el futuro distante y si declaro que ya lo estamos haciendo!

“Es común en este planeta el decir ‘no te sorprendas’. Pues bien, no te sorprendas cuando te digo que sigo todas tus conversaciones y que leo también tus palabras escritas. Era una idea pagana interesante el tener una botella grande llena de arena en la entrada de una casa para que los instrusos fantasmales se detuvieran a contar los granos de arena antes de entrar a molestar a los ocupantes. Por supuesto, nunca terminaría de contar, pero una orden es una orden para ‘algo’ que no comprende las limitaciones del tiempo.

“Entre tus ancestros distantes hubo uno que comprendió esto o fue una afortunada suposición de alguien lo había intentado todo y escogió algo que funcionó – un golpe de suerte, tal vez. Sin embargo, con las intenciones de ofrecer una cuenta acertada al demonio, fue algo efectivo para mantener ocupadas a las entidades traviesas. Tal vez fue algo que te sugirió aquel hombre que podía recitar mucho de la biblia con rima (el abuelo materno de este receptor). No, nunca hubo una planta creciendo en esa vieja vasija de arcilla en la puerta.

“Hasta que hablemos nuevamente. Este es el Escriba.”