Asheville, NC, EEUU, 12 de marzo de 2017.
Maestro: Ofelius.
Tema: “¿Cómo llegamos a esas personas?”
Mensaje recibido por Chris Maurus.
Chris: “Maestros, un compañero trabajador de la luz escribe: ‘Hay muchas personas que se distraen y se preocupan por los problemas y el estrés de las vicisitudes de la vida, y muestra poco interés en perseguir un camino espiritual o cualquier práctica correctiva para aliviar su propio sufrimiento. ¿Cómo llegamos a esas personas? ¿Cuál método es mejor para acercarnos y demostrarles que la respuesta a sus problemas y sufrimiento puede encontrarse ‘adentro’, a través de una comprensión espiritual de sí mismos?
Maestro Ofelius: “Hay un dicho en vuestro mundo: ‘Puedes conducir un caballo hasta el agua, pero no puedes hacerlo beber’. En este caso, el caballo ha viajado muchos kilómetros bajo el candente sol y, sin embargo, al tirar fuertemente de su brida hacia abajo, hacia el río, este relincha –su obstinación en resistir se debe a su necesidad de controlar sus propias acciones hasta el punto de negarle a su cuerpo justamente aquello que necesita para sobrevivir.
“Para muchas personas esto suena familiar: su alma tiene sed del agua viva del espíritu, pero su corazón está herido por relaciones disfuncionales, por orgullo o por una mentalidad de víctima que aísla su corazón de otras vulnerabilidades. El corazón es el centro del alma y la alma-mente, y hasta que esa pared colocada allí por protección pueda ser derribada, hay pocas esperanzas para que ocurra una auto-corrección, auto-examen, o auto-sanación a través de cualquier acción de la voluntad. Para romper la pared, el corazón mismo debe expandirse desde el interior hasta que la pared ya no pueda restringir el volumen de ese corazón que late nuevamente.
“Como trabajadores de la luz que desean ayudar a estos individuos, deben permanecer cerca del corazón y, con paciencia, paso a paso, hagan que ese corazón sepa que se encuentra a salvo en vuestra presencia y que no harán ningún gesto para ‘tirar de la brida hacia el río’. Primero deben meterse en el río, salpicar y beber profundamente para mostrar la satisfacción del agua que calma vuestra propia sed. Una vez que ellos se sientan seguros, y vean cómo ustedes disfrutan del agua, la probarán –darán un pequeño paso hacia el agua, luego meterán sus pies, y entonces tal vez se unan a ustedes en el ensueño del momento y beberán el agua que satisface al alma.
“El trabajador de la luz tal vez necesite guiarlos hacia el río y sacarlos del desierto. A veces, sacar a la persona de su ambiente tóxico y traerla a un lugar cómodo de paz y belleza, puede aliviar su mente de las preocupaciones del día. En este espacio, el corazón es más propenso a escuchar su propio latido y puede estar más dispuesto a entrar en el agua con ustedes. Recuerden al corazón aquellos tiempos en el pasado donde latía libremente y sin temor, e intenten traer de vuelta los sentimientos de esas experiencias. Esto solo puede hacerse cuando el corazón se sienta completamente seguro y libre de juicios. Desde este lugar ‘inicial’, el trabajador de la luz puede expresar sus propias ideas co-creativas para sanar al individuo y lograr que explore su propio corazón y naturaleza espiritual. El trabajador de la luz se convierte en el ejemplo de un alma divinamente guiada y, para aquellos a quienes desean ayudar, representa al ‘Cristo’, y así serían más eficaces mostrando el amor Paternal que Jesús mostró tan elocuentemente a todos aquellos corazones heridos que encontró durante Su estancia terrenal.
“A veces, explorar el ‘yo ideal’ puede arrojar luz sobre lo que es real y lo que es imaginario. ‘Si no tuviera ____________ en mi vida y yo pudiera ____________, entonces elegiría ____________.’ Llenen los espacios en blanco, amigos míos, y comiencen a reemplazar los temores y las preocupaciones por deseos reales. Tener deseos reales trae consigo un propósito. Todas las almas necesitan un propósito –algo por lo cual verdaderamente vivir.
“Paz para ustedes,
“El Círculo de Siete.”
Traducido por Perla Téllez Garza.
© Grupo de Progreso 11:11.
“El dar de uno mismo, la iluminación de la verdad, y el alivio del sufrimiento
son los caminos más nobles hacia la conciencia superior.” — Maestro Ofelius, 2009.