Urantia, enero 29, 2008.
Maestro: El Amado.
Tema: “El Misterio de Todos los Tiempos.”
Mensaje recibido por Lytske.
El Amado: “Una vez más nos encontramos en la Quietud de tu corazón, donde has estado reflexionando sobre esta misteriosa asociación, que recientemente hemos iniciado juntos. Es de hecho el más grande misterio el cómo un mortal del más bajo origen, evolucionado del polvo de la tierra, puede tener ya esta asociación tan sublime y activa con una Chispa del Dios Universal más elevado.
El más grande de los misterios verdaderamente es tu propia creencia que ha crecido en una profunda fe permanente en la bondad del Dios Creador y Su amor incondicional por ti. Por supuesto, este crecimiento no se ha logrado, así como así. Este crecimiento del alma te ha causado mucha angustia y exámenes de conciencia debido a las enseñanzas equivocadas de tu crianza y has tenido que examinar muchas creencias apreciadas y arraigadas desde hace mucho tiempo, que mantienen a la mayoría de las personas en esclavitud.
La más tenaz que te tomó trabajo librarte fue la noción que fuiste concebida y naciste en pecado y sin la capacidad para hacer algún bien. Este es un grave error y surge de un miedo irrazonable que se había filtrado en la mente de la antigüedad y se ha quedado grabado “en piedra”. Permite que Yo indique que nada está escrito en piedra y que esta noción errónea está lo más alejado de la verdad: Dios es un Dios amoroso incondicional y acepta cada alma recién nacida como parte de Él.
La más grande abominación es esa creencia espantosa que un Hijo de Dios tenía que apaciguar por tus pecados y ser clavado en un pedazo de madera antes que Dios te aceptara. Este es el pensamiento más grosero y equivocado, esta doctrina de expiación y derramamiento de sangre inocente por los pecados de simples mortales. Los líderes de las sinagogas quienes fueron responsables por la muerte de Jesús estaban ciegos y eran ignorantes, y simplemente temían por su sustento, porque el mensaje de Jesús era tan puro en su simplicidad, que la gente del común alegremente lo escuchaban a Él y aceptaron Su revelación que Dios ama a todos por igual sin tener en cuenta la posición personal.
La verdad de que Dios ama a todas las personas por igual ha quitado un gran peso de tu alma. Estar consciente de que puedes sentirte aceptada y segura en el amor de Dios es de gran valor y, al hacerlo, también aprendes a aceptar y amar a todos los demás, de la forma en que Dios quiere que los ames. Éste es el camino que has emprendido y que te dará mucha satisfacción mientras andas inspirada haciendo la voluntad de Dios, que es el camino del mayor amor.”
Traducido por Oscar Escobar.
© Grupo de Progreso 11:11.
Yo Soy La Satisfacción de Tu Alma — El Amado Interior.