Chicago, EEUU, 7 de septiembre de 2014.
Maestro Proloteo.
Tema: “¿Qué se requiere para unir al mundo?”
Recibido por Valdir Soares.
Maestro Proloteo: “La verdadera y absoluta unidad solo puede ser encontrada en la Trinidad, en donde la diversidad de las tres Personas existenciales de la deidad están perfectamente unificadas en un solo Dios. Para comprender la unidad, consideren que no hay necesidad de unidad en donde no existe diversidad, y que la diversidad está formada por unidades. En Dios, y en la creación de Dios, tanto la diversidad como la individualidad son reales. En vuestra búsqueda de la unidad, asegúrense de no destruir la individualidad, sino más bien busquen puntos en común entre ustedes. Las preguntas vitales para nuestro mensaje de hoy son: ¿Qué puede unir a vuestro mundo? ¿Qué puntos en común deberían buscar? Estos son algunos de ellos…
“Primero contemplen cómo vuestro origen los une a todos en la civilización. Familias, tribus y naciones, tienen un origen en común. La ascendencia es el elemento unificador más poderoso de la raza humana. Sin embargo, cuando se aprecia de manera limitada, también es el mayor divisor entre ustedes. Para unir al mundo deben valorar principalmente el origen más distintivo de todos: Dios. El día en que la mayoría de los humanos se den cuenta de su ascendencia en común y divina, del Único Dios, representado por diversos conceptos de deidad, será el día en que inicien la hermandad humana basada en la paternidad de Dios.
“Después de esto, piensen en cuántas metas podrían unirlos en vuestros esfuerzos. Las metas en común tienen la capacidad de unirlos más allá de la sangre. Tener metas en común no es simplemente tener las mismas metas. Las mismas metas pueden buscarse por separado, pero las metas en común requieren de vuestra colaboración. Primero, sin embargo, las personas tienen que apoyar las mismas metas unificadoras, y después se les unirán los demás a nivel mundial. Muchas diferentes metas son capaces de unificar a los seres humanos, pero para mantenerlos juntos, es necesario unificarlos en la meta suprema de hacer la voluntad de Dios, como individuos y como grupo.
“Por último, consideren cómo la experiencia los une a los demás, y cómo las experiencias en común pueden unir a la raza humana. Por desgracia, generalmente son las experiencias de sufrimiento las que unen a las personas, y la mayoría de las veces surgen grandes esfuerzos unificadores en tiempos de guerra. Las tragedias naturales son causas nobles para minimizar el sufrimiento de un grupo de individuos o naciones en particular, y también traen unidad entre las personas. Aún así, la experiencia que debería unir a todos los pueblos de Urantia es la más básica de todas: la experiencia de la vida. Básicamente, todos los pueblos deberían gozar de buenas condiciones de vida, con igualdad de acceso al empleo, la vivienda, la salud, la educación y el esparcimiento.
“Por lo tanto, alumnos míos, los Urantianos ya cuentan con los recursos capaces de unirlos –vuestros orígenes en común, metas en común y experiencias en común. Ahora, utilicen estos recursos de manera global y equitativa para unificarlos como raza humana. No con campañas temporales, sino con un programa de gobierno mundial, con verdadero poder político y económico para llevar gradualmente la igualdad social a las naciones, lo cual extinguirá la pobreza y las guerras que hoy constituyen vuestros rasgos más retrógrados. Dénse cuenta, de una vez por todas, que todos ustedes son hermanos y hermanas, hijos de un único Dios amoroso. Soy Proloteo, vuestro Maestro y Tutor en las Alturas.”
Traducido por Perla Téllez Garza.
© Grupo de Progreso 11:11.
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