Alabama, EU de A, 8 de Diciembre, 2010.
Maestro Desconocido.
Tema: “Sabiduría”
Recibido por Oscar.
Maestro: “Ningún estudio de la sabiduría estará completo sin considerar la presencia de Dios dentro de los seres humanos. Durante muchos años las religiones y las sociedades han apreciado la sabiduría y han exaltado sus atributos y sus beneficios para el individuo y el grupo. A lo largo de la historia el ser humano siempre ha buscado conocer la ‘receta’ para alcanzar la sabiduría y básicamente aprender a pensar de manera provechosa y que contribuya al mejoramiento personal y del grupo.
“Los atributos de la sabiduría han sido definidos y re-definidos una y otra vez, muchas veces confundiéndose o corrompiéndose dependiendo del nivel intelectual y espiritual del momento. Las características que en una época son consideradas como elementos de la sabiduría y de la inteligencia en otras épocas son criticadas severamente o completamente ignoradas.
“En pocas palabras, la sabiduría es la habilidad del hombre para aprovechar sus recursos – físicos, intelectuales, espirituales – para vivir en el mundo mientras se prepara para la vida en los mundos siguientes. Los resultados de una vida vivida con sabiduría son evidentes para aquel que ha vivido una vida semejante. En esta definición de sabiduría no se menciona la inteligencia (el coeficiente intelectual) ni el estatus social o económico del individuo. Con frecuencia se ha considerado que las personas ‘importantes’, aquellas que son reconocidas por sus carreras o por su influencia, son poseedores de la sabiduría. Al juzgar el valor asignado a estos individuos siempre hay que preguntar ‘¿como se han preparado para la vida mas allá de este mundo? ¿cual ha sido su contribución a la eternidad?’
“Esta sencilla definición de la sabiduría indica claramente hacia donde se deben orientar los esfuerzos durante la vida humana. La sabiduría ayuda a vivir en el mundo. El ser humano debe aprender a adaptarse a su entorno y vivir de tal manera que pueda preservar su existencia física y mantener su equilibrio emocional. Una vida limitada a sobrevivir no es una vida de sabiduría. Los períodos de trabajo, de contribución a la sociedad deben estar equilibrados con períodos de disfrute, de detenerse por un momento para contemplar el camino andado y tomar las decisiones para el futuro. El esfuerzo por la supervivencia debe estar mitigado por la contemplación de la existencia, el saber que hay una razón para los sacrificios y que hay un propósito para las tareas que se realizan.
“Es durante estos momentos de contemplación que el segundo aspecto de la sabiduría puede comenzar a explorarse: prepararse para la vida en los mundos siguientes. El ser humano disfruta de la presencia de Dios dentro de su ser. La vida en este mundo es apenas un paso en la carrera interminable de la eternidad. Sin embargo, es un paso importante que servirá de fundación empírica para las actividades del futuro. Si el ser humano elige de manera miope consagrar su vida a lo físico, está desperdiciando una gran oportunidad para crecer que no se presentará nuevamente. Una vida vivida de esta manera es como un sueño que se olvida al despertar, simplemente un tiempo perdido. Vivir con sabiduría es aprovechar las experiencias que la vida nos ofrece a diario para ir construyendo un nuevo ser, verdadero, superior y brillante a partir del embrión humano.
“Vivir con sabiduría es vivir con los pies firmemente apoyados en el suelo y la mirada fija en las realidades celestiales. Como dijo Miguel, ‘es vivir en este mundo sin ser de este mundo’. Una vida de sabiduría es una vida que se disfruta realmente, pues las cosas que para algunos son problemas u obstáculos en el camino, son oportunidades enviadas del cielo para los sabios. La sabiduría es en fin una manera refrescante, original, individual y valiente de ver la vida, que resulta estimulante y atractiva para los que tienen la oportunidad de presenciar una vida vivida sabiamente”.
© Grupo de Progreso 11:11.
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