Michigan, EEUU, 14 de diciembre de 2014.
Maestro Ofelius.
Tema: “Este sentimiento es el espacio de tu corazón.”

Recibido por Chris Maurus.

Ofelius: “Hoy, mis queridos amigos, me gustaría guiarlos y prepararlos para una meditación en la quietud, para entrar en vuestro ‘espacio del corazón’, pues aquí es donde se reúnen con vuestra Chispa de Dios y donde el suelo del alma es más fértil y está listo para recibir las divinas vibraciones de la relación Padre/Hijo. Para entrar en este ‘espacio del corazón’ se requiere que preparen vuestro corazón y mente para lograr una conexión entre ustedes y vuestro Espíritu Residente, por lo que vuestra intención debe ser abrir este conducto y permitir que el flujo divino del amor se mueva en las dos direcciones –el amor que entra y el amor que sale. Este flujo de energía (el amor) es el medio a través del cual viaja la comunicación divina; esta es instantánea, es clara, se encripta con vuestra propia firma del alma y está libre de toda interferencia externa –la conciencia se conecta con la Conciencia.

“Es importante saber que la comunicación bidireccional requiere que ambas partes hablen el mismo idioma, y para tener una conversación significativa, necesitarán comprender vuestra relación con el otro. Dénse cuenta de que vuestra vida y experiencias son una alianza co-creativa, y que desempeñan un papel fundamental en esta relación. Nunca piensen en sí mismos como algo ‘bajo’ e indigno, pues son socios plenos con la libertad y privilegios para elegir vuestro propio camino y crear vuestra vida como la deseen. Piensen en vuestra propia conciencia –que se les ha dado una vida, una identidad, una personalidad, y la capacidad de crear cualquier cosa en vuestra mente, porque son socios plenos en esta relación con Dios. En este sentido, ustedes son ‘como dioses’, son creadores.

“Como co-creadores, ahora pueden crear el conducto para vuestra comunicación. Colóquese en un lugar cómodo, un lugar silencioso, un lugar en donde estén libres de distracciones o interferencias externas. Enfoquen vuestra conciencia en el corazón, sientan cómo late en vuestro pecho. Imaginen un rayo de luz que emana de vuestro corazón, sube a través de la parte superior de vuestra cabeza y se conecta con una gran esfera de luz justo encima de ustedes –esta es vuestra Chispa de Dios, vuestro Operador Divino, quien entonces los conectará con el Padre Universal en el Paraíso. Imaginen la palabra ‘amor’ en el centro de vuestro corazón, y con cada respiración, muevan esa palabra por el rayo de luz hasta vuestro Operador Divino. Véalo en vuestra mente –la palabra amor se renueva con cada respiración y se mueve hacia arriba por el conducto. Ahora, ¿qué significa para ustedes la palabra ‘amor’ en este momento? No piensen en ello con vuestra cabeza, sino ‘siéntanlo’ con vuestro corazón. ¡Este ‘sentimiento’ es el espacio de vuestro corazón!

“Una vez que hayan abierto vuestro espacio del corazón, quiero que imaginen otro conducto abierto dentro del canal de luz, en donde la palabra 'amor' se mueve hacia abajo hasta vuestro corazón, desde vuestro Operador Divino. Tal como el amor se mueve hacia arriba desde vuestro corazón, el amor también fluye desde el corazón de Dios hacia ustedes. Este amor que fluye hacia abajo es divino, es puro y es verdaderamente incondicional. Todo lo que que ustedes son está abierto a la luz, y confían y están dispuestos a fusionarse con la luz y a ser un solo corazón y una sola alma. Dígalo en vuestras mentes, ‘Seamos un solo corazón y una sola alma’.

“En este momento, las palabras ‘amor’ que imaginaron subiendo y bajando a través del conducto de luz, se transforman en una luz blanca pura y ahora no existe una separación o flujo bidireccional de palabras, sino solo una luz blanca pura –la conexión se fusiona, es sólida, y la energía del amor satura el conducto–, son Uno en corazón y mente con el Padre. Permanezcan en vuestro espacio del corazón y solo ‘sean’ –no piensen, solo sientan–, respiren y permitan que el amor sature vuestro cuerpo entero. Sientan el amor que son y reciben –el socio, el hijo, el Uno. Ahora imaginen que son el Padre Universal, recibiendo el amor de su hijo, su socio co-creativo, que salió de Él y que es una parte de Sí mismo. Realmente no hay separación, solo hay unidad, solo hay ‘Uno’.

“Permanezcan en esta relación de amor y ‘sientan’ vuestra conexión.

“Paz para ustedes,
“El Círculo de Siete.”

Traducido por Perla Téllez Garza.

© Grupo de Progreso 11:11.
“El dar de uno mismo, la iluminación de la verdad y el alivio del sufrimiento
son los caminos mas nobles para una conciencia superior.” — Maestro Opfelius, 2009.

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