Alabama, EU de A, 9 de Agosto, 2011.
Ajustador del Pensamiento.
Tema: “Acerca de maestros y estudiantes”
Recibido por Oscar.
Ajustador del Pensamiento: “Aquellos que trabajan para el Padre no son “elegidos”, son voluntarios. Está bien sentir cierto orgullo de ser uno de los que se ha ofrecido para el servicio al Padre, pues es una ofrenda de la personalidad individual de la criatura que merece reconocimiento en las alturas. Sin embargo, no dejes que esto te confunda de tal manera que llegues a considerarte superior a tus semejantes. Sabes que el amor del Padre es igual para todos, así como el amor de los padres humanos debería ser el mismo para sus hijos. Si alguna vez solo algunos de estos hijos son motivo de orgullo, el amor de unos padres sabios siempre será el mismo para todos.
“El verdadero riesgo de sentirse superior a tus hermanos y hermanas en este mundo es que puedes perder de vista tu relación con ellos y privarte de muchas oportunidades para el crecimiento espiritual. El peligro del orgullo espiritual – el considerarse un maestro por encima del resto – es que el individuo olvida que siempre debe ser un estudiante de la vida y deja de prestar atención a muchas de las lecciones que se le presentan en su camino. El verdadero maestro permanece humilde al mantener una perspectiva saludable de la realidad y de su lugar en el universo. Estos maestros crecen constantemente en sabiduría y en logros espirituales, porque son capaces de aprender hasta de los niños, los pequeños de edad y los pequeños de espíritu.
“El verdadero maestro espiritual se considera igual a sus semejantes y por lo tanto comprende que lo que ha logrado puede ser logrado por todos los demás. Por esta razón, tiene una confianza suprema en sus semejantes y tiene grandes esperanzas en los potenciales ocultos de aquellas almas que aun permanecen adormecidas en las mentiras de la vida material. El verdadero maestro espiritual inspira en sus estudiantes los logros mas elevados, porque tiene una gran fe en ellos y acepta de manera implícita que otros pueden llegar muy lejos, incluso mas lejos que el maestro.
Un verdadero maestro espiritual no se ve amenazado por los logros de sus estudiantes, que muchas veces superarán a los suyos, porque el maestro acepta que tal vez mañana los papeles se invertirán y el maestro será el estudiante. Solo así todos, los maestros y los estudiantes, continuarán creciendo.
“Un verdadero maestro espiritual sabe que en realidad no hay maestros ni estudiantes, sino que todos estamos en el mismo proceso de aprendizaje compartiendo las lecciones y los entendimientos para juntos lograr la meta del logro de la perfección. Cualquier alma que se cruza en su camino es su maestro y su estudiante, pues la meta de las edades – la perfección, el ser semejantes al Padre – es una meta que solo se logrará en colaboración, pues todos somos una parte de Dios y todos somos uno. Las acciones de un ser humano pueden resultar milagrosas, las acciones de la humanidad trabajando en armonía bajo la orientación de Dios pueden realizar lo imposible, incluso convertir a un mundo material retrasado en un verdadero reino divino de perfección y belleza”.
© Grupo de Progreso 11:11.
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