Distrito de Illawarra, Australia, 19 de diciembre de 2014.
Aarón de Urantia.
Tema: “La guerra nunca es una excusa”.
Recibido por George Barnard.
Aarón: “El mero pensamiento, la frecuente deliberación y a veces la enseñanza a nivel mundial, de que una personalidad cercana al estado de un dios podría desear que una tribu, raza o nación eliminara a otra, es más antigua que la llegada de Caligastia a la antigua Mesopotamia. Mucho antes de los días del Hijo Lanonandek, surgieron batallas que arrasaron sin mucha oposición ante armas que no eran más que piedras y palos afilados. En mis días, el absoluto mito de que éramos un pueblo superior fue la razón de nuestra beligerancia y masacre al por mayor. Poco se registró acerca de aquellos a quienes esclavizamos.
“Ahora véanlo con claridad, amigo mío: el impulso de atacar y vencer a los demás se debe a la codicia de sus tierras, sus bienes y su servicio como esclavos –el prestigio, la riqueza y el control de los conquistadores. Nuestra excusa, después de años de vagar por el desierto, fue que la voluntad de Yahvé exigía que todos fueran castigados. En realidad los veíamos como inferiores, desorganizados y pocos, mientras que nosotros habíamos crecido en número; hoy ustedes nos considerarían saqueadores. Realmente éramos los asaltantes de vuestra Biblia, pues el Creador no tiene favoritos y verdaderamente aborrece todas las guerras.
“En estos peligrosos días sin gloria del siglo 21, nada ha cambiado. En estos tiempos de armas atómicas, espionaje por doquier y sanciones a las naciones más débiles, ustedes siempre están en guerra. Están peleando simultáneamente muchas, muchas guerras. Las guerras de divisas son reales; son guerras dolorosas. Las sanciones impuestas a grupos o naciones en particular, al final afectan a todos los demás y todo el mundo pierde. ¿Acaso ustedes son como los míticos leminos, que después de un período de tiempo causan su propia muerte?
(Aquí tuvimos una desafortunada interrupción que duró muchas horas).
Jefe Bzutu: “Este es Bzutu nuevamente, con el resto del mensaje del Maestro Aarón. Es lo suficientemente corto. El eminente maestro dice: “Nosotros, en nuestro reino celestial, vemos un definitivo declive moral en vuestra civilización. Muchos de ustedes se deslizan por una muy resbaladiza pendiente de desorden, trastorno psicológico, teatralidad y conducta desviada. Es muy difícil comparar la cordura con la invención de nuevos enemigos ‘lanzando dardos sobre el mapa del mundo’. Ciertamente es una locura, pero esperanzadoramente, las terribles dificultades que pueden acarrear vuestros tentadores armamentos nucleares podrían llegar a ser la amarga medicina de la verdad para vuestra probable recuperación futura.”
Aarón dice: “Es guerra y es pecado decir mentiras acerca de aquellos a quienes eligen como adversarios. Es guerra y es un crimen difundir vuestra interminable propaganda. Es guerra y es una ofensa poner los mercados en contra de vuestro oponente. Es asesinato cuando vacían vuestras armas sobre vuestros adversarios, y es infanticidio cuando un solo niño se pierde en la línea de fuego. ¡No hay excusa! No hay tal cosa como el daño colateral –un término inventado por los trastornados, los anarquistas de este mundo.”
Por último, Aarón añade: “Tal vez no sea demasiado tarde no solo para lograr que un hermano recapacite ante sus dementes justificaciones, sino también para que se decida en contra de un crimen en el futuro. Tal vez mi súplica llegue a tiempo a muchos de ustedes, para que verdaderamente consideren a todos los demás como vuestros parientes directos, y para que sanen vuestro mundo. Nuestras oraciones están con todos ustedes.”
Jefe Bzutu: “Estas son las palabras que el Maestro Aarón dejó a mi cuidado. Les doy las buenas noches. Son grandemente amados por muchos.”
Traducido por Perla Téllez Garza.
© Grupo de Progreso 11:11.
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