Distrito de Illawarra, Australia, 22 de Mayo, 2014.
Maestro Samuel de Panoptia.
Respondiendo dos preguntas acerca de:
“Perder la razón” y “La aclimatación de la mente”.
Recibido por George Barnard.
Samuel: “La mayoría estaría tácitamente de acuerdo contigo, acerca de que si de alguna manera perdieras la razón, no te quedaría nada. Pocos considerarían que hay aspectos de igual importancia que constituyen a un ser humano, y cuáles partes a su vez, son igualmente importantes para vivir una vida productiva. Debes tener un cuerpo que funciona, un cerebro –también en buenas condiciones–, un alma, y en esta tierra, específicamente, una Chispa del Padre Creador. Es provechoso que mantengas un equilibrio y conserves ‘todo de ti mismo’ en óptimo estado cuando sea posible.
“La segunda parte de la pregunta (enviada por J.) merece una respuesta más detallada. Los que llegan de este planeta a Mansonia Uno, pertenecen a tres grupos principales. El primer grupo incluye a los que han vivido principalmente ‘en sus cabezas’. Vivieron una vida material día tras día con poco o ningún pensamiento religioso o espiritual. Estos individuos se establecen para dedicar una gran cantidad de tiempo en el primer mundo mansión, y por ello se encuentran desorientados. Esto se debe a que tienen almas no evolucionadas.
“Este grupo, perfectamente capaz de usar una mente que durante mucho tiempo funcionó exclusivamente con un cerebro electro-químico, son como niños recién nacidos que ahora deben funcionar en un reino completamente nuevo. Han almacenado poco en lo referente a valores espirituales. Pocos o ninguno de sus recuerdos mundanos cotidianos están a su disposición –o son de valor si pudieran recordarlos. Habiendo llegado al último en la sumamente importante carrera espiritual como mortales, son los que ‘también corren’ a través de los mundos mansión, para llegar a la sede del sistema mucho después de que sus contemporáneos hayan seguido adelante.
“Este primer grupo por lo general estará destinado el Paraíso, al menos si son de vuestro mundo, aunque un menor número de ellos asuman grandes posiciones de responsabilidad en sus vidas espirituales. El segundo grupo son aquellos a los que pueden clasificar como religiosos ‘acérrimos’. No es que se encuentren fuera de lugar en los mundos de estancia, ya que creen en una nueva vida, pero antes de aprender y verdaderamente comprender y aceptar más, decididamente necesitan desaprender mucho de lo que se les enseñó o lo que simplemente asumieron.
“Los del segundo grupo tienden a pasar más tiempo juntos. A menudo, su incapacidad de dejar ir está relacionada con la fuerte lealtad hacia su credo. El tercer grupo son los espirituales. Sus vidas de dedicación, intuición y consideración sentida en el alma, y sobre todo, su amor por el Padre Creador, frecuentemente los colocan en su ambiente ideal en Mansonia Uno, pronto listos para avanzar hacia esferas más elevadas. El crecimiento del alma –el desarrollo de la mente media– es clave para su progreso, asimilación o aclimatación de la mente superior, podría decirse.
“Adieu de parte del Maestro Aarón y mía. Este es Samuel de Panoptia. Vuestra membresía al tercer grupo, como uno podría adivinar, es altamente recomendable y previsora.”
Traducido por Perla Téllez Garza.
© Grupo de Progreso 11:11.
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