Distrito de Illawarra, Australia, Julio 12, 2014.
Intermedio Jefe Bzutu (ABC-22).
Samuel de Panoptia.
Tema: “La Ley de Dios por encima del decreto humano”.
Recibido por George Barnard.
Bzutu: “Ahora han dejado que vuestro Maestro espere lo suficiente, así que anímense, por favor.”
Samuel: “Aarón y yo responderemos la pregunta planteada acerca del tema de la reconciliación. En otros momentos ha sido cubierto en un sentido más general, tal como recordarán. Aquí, sin embargo, discutiremos con ustedes las consecuencias de tomar una vida humana, o múltiples vidas humanas, pues tales hechos impactan tanto en el perpetrador como en la víctima.
“En primer lugar, es importante que comprendan que solo existe una ley, que se aplica plenamente a toda criatura pensante. Nadie, no importa quién, o a cargo de qué se le haya colocado, puede decir que no está sujeto a esta ley –la ley de Dios– y es claro que tomar una vida es una de las infracciones inaceptables a Su Ley. No cubriremos la circunstancia obvia del daño hecho a otro en caso de una verdadera defensa propia. Aquí consideraremos la terminación de la vida de otro cuando alguien se ha propuesto hacerlo.
“Vuestro mundo está en crisis, sin lugar a dudas. Desde los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial, millones y millones de personas han sido asesinadas en ataques engañosos por razones imaginadas, justificaciones exageradas, y pretextos preventivos recién inventados, sí, todo esto sin ninguna validez. Por otro lado están aquellos que podrían describirse convenientemente como militantes, aunque tal vez no estén haciendo más que defender su parcela, su ciudad, su país. La muerte antes de tiempo es el punto que resaltamos, pues la muerte física es el final dado a un mortal.
“Debe considerarse que una vida mortal acortada es equiparable a un aprendizaje experiencial reducido –justamente la razón por la que su existencia espacio-temporal era de suma importancia–, lo cual es realmente insustituible. En el caso de un infante, la muerte temprana ahora tiene como resultado la incapacidad de ascender al Paraíso. Al faltarle sus experiencias de vida, el potencial del niño probablemente se haya reducido. Para el autor del crimen significa mal karma, quizás fallar en su propio viaje hacia el Paraíso, y aquí las guerras de agresión no están exentas de todos los aspectos del karma.
“Para aquellos que han caído, las experiencias de vida tal vez sean inadecuadas. Para aquellos que mataron siguiendo órdenes, existe una reconciliación casi infinita a lograr en Mansonia Uno y más allá. Entre aquellos que dieron las malvadas órdenes, hay muchos que se desalientan por la enormidad de lo que ahora deben, y se niegan a persistir, pues junto a la Ley de Dios, sus decretos humanos nunca tuvieron ningún sustento. Ninguno, ninguno en absoluto, pues simplemente no deben matar. Vean claramente ahora que aquellos que pueden matar a sus hermanos, ya casi no tienen nada que ofrecer a su Padre Creador.
“Aarón y yo les dejamos ahora, y les dejamos nuestro amor. Este es Samuel, el Panoptiano.”
Traducido por Perla Téllez Garza.
© Grupo de Progreso 11:11.
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